El pueblo que vive sobre oro y se está tragando la tierra
Las vetas que se encuentran debajo del pueblo de Zaruma (Ecuador), contienen 100 veces más oro que el resto de los yacimientos del mundo.
El pueblo que vive sobre oro y se está tragando la tierra es Zaruma, en Ecuador. Esta localidad se encuentra sobre suelos de roca muy rica en oro, un metal precioso que trae ventajas y desventajas. Por un lado, trae prosperidad al pueblo. Por otro, puede provocar el colapso de Zaruma.
En este pueblo de las profundidades de los bosques del sur de Ecuador se llevan a cabo explotaciones ilegales para recolectar oro, prácticas que debilitan el suelo sobre el que está construido. Los sableros, nombre por el que se conocen a los mineros ilegales, pican en las rocas más ricas de oro, en los túneles sobre los que hay colegios, hospitales y casas.
Por culpa de estas prácticas, en 2021 ya ocurrió un incidente que adelantó lo que puede ocurrirle a todo el pueblo: se abrió un agujero de 27 metros de ancho y 30 de profundidad en el centro histórico de Zaruma en tan solo una noche.
Y es que Zaruma es un paraíso dorado. Es uno de los lugares del mundo en el que más oro se concentra. Según datos de Bloomberg, la mayoría de minas del mundo contienen entre tres y cinco gramos de oro por tonelada de tierra y roca. En Zaruma hay vetas que contienen hasta 180 gramos por tonelada, y algunas pequeñas ramificaciones alcanzan los 500 gramos.
¿Por qué hay tanto oro?
Las fuerzas tectónicas que fabricaron los Andes hace 20 millones de años produjeron un torrente de magma que fabricó vetas de cuarzo de oro en la roca. El fenómeno es antiguo, y también los intentos de extracción de este. Según Bloomberg, hace unos 1.500 años se comenzó a extraer pepitas de oro de los lechos de los ríos.
Se ha intentado proteger el subsuelo del pueblo, pero eso solo ha atraído a más sableros: cada vez había más vetas intactas y repletas de oro bajo Zaruma. Según un comunicado de la Interpol, la minería ilegal había facturado en 2016 unos 48 mil millones de dólares en todo el mundo.
El subsuelo de Zaruma es un laberinto. Hay túneles, ramales y ramificaciones que ni los mejores ingenieros del país saben dónde se encuentran. Iván Núñez, el ingeniero al que se le ha encargado la tarea de idear una fórmula para acabar con la minería ilegal, explica que la situación bajo el pueblo “está fuera de control”.