El pueblo más frío de España
El pueblo más frío de España está en la provincia de Guadalajara, se trata de Molina de Aragón, ubicado en lo que llaman el vértice del Triángulo del Frío.
El Triángulo del Frío en España lo forman Teruel capital, la vecina Calamocha y el pueblo más frío de España, Molina de Aragón, ubicado en Guadalajara, ubicado a 1.065 metros de altitud.
El año pasado, en enero, durante la madrugada del 12 de enero, llegó a alcanzar los -25,1 grados de temperatura a las 6 de la madrugada, siendo la segunda localidad con la mínima de España.
En enero, en esta localidad, la temperatura media de las mínimas es de -3,5ºC y nieva una media de cuatro días. La máxima ese mes no pasa de los 8 grados. Se registran además heladas 24 días de los 31 que tiene el mes.
Récord de 1952
En el año 1952, Molina de Aragón registró -28,2ºC el día 28 de enero, una temperatura que le hace estar en el top de los lugares más fríos del país. La temperatura más fría registrada en España se dio el 17 de diciembre de 1963, cuando se registraron -30ºC en el Observatorio de Calamocha - Fuentes Claras, dato que aún se mantiene actualmente como el récord oficial de frío en zonas habitadas de España.
Villa medieval
Molina de Aragón es capital del antiguo Señorío de Molina, uno de los más importantes de la Edad Media castellana. El pueblo aún conserva su trazado medievales tras unas imponentes murallas. Su casco histórico está declarado Bien de Interés Cultural.
Tal es su interés en la historia, que la ciudad será foco de excavaciones arqueológicas dentro del proyecto “Repensar la Revolución Verde en el Mediterráneo occidental medieval, siglos VI-XVI”, capitaneado por las universidades de Granada (UGR), la Autónoma de Barcelona (UAB), la University of Reading y la University of York (ambas en Reino Unido).
Se consideraba a la ciudad, y sobre todo la zona del Castillo, un punto neurálgico en España que puede aportar mucha información de la Edad Media. “Tenemos un basurero muy particular del siglo XIII donde han aparecido raspas de bacalao procedentes del Atlántico o cerámicas que vienen de Teruel y de Paterna (Valencia)”.
Molina de Aragón era un centro donde están residiendo poblaciones de distintas partes: del norte de la Península, la Corona de Aragón, etc: “Es un centro de intercambio. No era una frontera cerrada entre Castilla y Aragón, sino que en estos momentos, en el siglo XIII, es un espacio con bastante movilidad, en el que una élite que está viviendo en el castillo, está consumiendo productos que vienen de fuera. Quizá lo más interesante es eso, que estuviera llegando bacalao del Atlántico a Molina en esos momentos, porque en esta época lo lógico es que a Molina llegasen los productos del Mediterráneo, que es el mar que tienen más cercano”, detalla Guillermo García-Contreras, profesor de Arqueología Medieval del Departamento de Historia Medieval y Ciencias y Técnicas Historiográficas de la UGR y codirector de la investigación.