El pueblo de España con la mayor reserva de Oro de Europa
Se trata de Tapia de Casariego, una villa pesquera de Asturias que puede esconder unos 30 toneladas de este metal.
El oro es uno de los metales con mayor valor para la sociedad. Se utiliza para fabricar los componentes de algunos teléfonos móviles, para objetos de joyería e incluso para medir el valor o la riqueza de un país, como ocurrió antes de que se abandonase el Patrón Oro, un sistema monetario utilizado desde mediados del siglo XIX.
En la actualidad, el Banco de España cuenta con 281,58 toneladas de oro en sus reservas, lo que le sitúa en el vigésimo puesto del ránking mundial, según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) recogidos por Datadista. Esa cantidad podría ser incluso mayor, si tenemos en cuenta que existe un pueblo español que, según estimaciones, tiene unas 30 toneladas de este metal bajo su suelo.
Se trata de Tapia de Casariego, una villa pesquera de Asturias que cuenta con un yacimiento de oro a unos tres kilómetros del centro del municipio, en las lagunas de Salave. Estos lagos se crearon después de que los romanos explotasen esas tierras en busca del preciado metal hace más de 2.000 años.
El debate sobre extraer o no el oro llega a nuestros días. Por un lado, los proyectos presentados siempre se han tropezado con problemas administrativos y medioambientales, uno de los principales obstáculos para la explotación de la tierra. Sin embargo, la empresa española Explotaciones Mineras del Cantábrico (EMC) presentó un proyecto por el cual extraerían el oro de forma subterránea, respetando el paraje de lagunas de Salave, según explica 20 Minutos.
¿A favor o en contra?
La EMC se encuentra ahora a la espera de un informe de impacto ambiental para iniciar la explotación: “Ahora tenemos que esperar y dejar trabajar a los funcionarios. Se ha presentado un proyecto completamente diferente que ha solucionado los problemas de impacto ambiental detectados en el pasado, como el que afectaba a las aguas”.
Pero la iniciativa no convence a los grupos ecologistas. Algunos vecinos de la localidad creen que el vertido afectaría de lleno a la pesca, ganadería y turismo; mientras que otros creen que crearía nuevos empleos y oportunidades.