El plan de Isabel Díaz Ayuso para reducir la lista de espera quirúrgica
La presidenta madrileña planea derivar pacientes de centros públicos a otros de gestión privada. El PP teme que cale entre la sociedad que la sanidad no funciona.
La relación de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, con la Sanidad Pública, no atraviesa por su mejor momento. El Plan de Atención Primaria del ejecutivo de Ayuso llevó a la huelga a los sanitarios, denunciando los repetidos recortes en financiación y la disminución de los profesionales. Mientras tanto, con el objetivo de reducir la lista de espera quirúrgica, desde la comunidad se ofrece el traslado de los hospitales públicos puros a los públicos de gestión privada.
Un plan confirmado por diversas fuentes a El País, y con el que Ayuso confía rebajar la lista de espera media de los 62 actuales a los 45 antes de la llegada de las elecciones. Una jugada que beneficia a los centros receptores (generalmente en manos de empresas con ánimo de lucro), pues cobran un extra por cada paciente que no forma parte de su ‘población’ adscrita.
En el pasado mes de enero, de acuerdo con los datos oficiales que comparte la comunidad, 91.983 pacientes estaban en la lista de espera quirúrgica. En septiembre, Ayuso prometía reducir los tiempos de espera para las cirugías, primeras consultas y pruebas diagnósticas. Todo ello, con un gasto de 215 millones de euros para llevarlo a cabo. “El Servicio Madrileño de Salud está ofreciendo a los pacientes que llevan más tiempo esperando para una cirugía no urgente la posibilidad de que puedan operarse en los hospitales que menos demoras tengan”, explica un portavoz del Gobierno regional a El País.
Cambios entre hospitales
En cualquier caso, descartan que se trate de una derivación, sino de una maniobra para “ofrecer la opción de agilizar su situación de espera”. Victoria Buezas, Directora General de Adecuación y Supervisión Sanitaria, se ha reunido en varias ocasiones con los jefes de servicio de admisión de la sanidad madrileña. El objetivo, trazar las líneas de este plan conocido bajo el nombre de Programa de Reducción de Lista de Espera Quirúrgica por Libre Elección.
Si bien hay pacientes que han sido trasladados entre hospitales públicos puros entre sí, estos casos son minoría y “excepcionales”, para operaciones muy concretas. Los demás, generalmente, son trasladados a los públicos de gestión privada (Ribera Salud o los del grupo QuirónSalud). Dichos centros reciben la instrucción de intervenir a los pacientes en un máximo de 21 días desde la primera consulta.
“Estos hospitales de gestión privada tienen muy en cuenta el flujo intercentros, puesto que así ganan dinero a costa de los demás, cogiendo a sus pacientes”, afirma una fuente conocedora de los hechos. Concretamente, pone el ejemplo del año 2021, en el que únicamente hubo dos hospitales públicos puros con un saldo positivo: Alcorcón y el Niño Jesús. El resto, perdieron unos pacientes que fueron ganando los de gestión privada.
Preocupación dentro y fuera del PP
En el seno del propio Partido Popular ven con preocupación esta promesa, ante el temor de que “entre la población cale la idea de que la sanidad no funciona”. Algo que ha reconocido el propio jefe de gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez. Mientras tanto, desde la oposición de la Asamblea al gobierno del PP denuncian que este sistema de libre elección de médico especialista y hospital seguirá ampliando el negocio de los centros de gestión privada.
Y es que dichos centros cobran más dinero cuantos más pacientes de otros centros atienden. Al contrario que los públicos, en los que el dinero queda en una caja común del sistema sanitario. Esto es, una parte del gasto por atender no es recuperado de forma directa. Javier Padilla, médico y diputado de Más Madrid, critica este sistema de traslados. “Con las listas de espera, quieren hacer trampas manipulando la medición del tiempo de espera y quieren beneficiar a QuirónSalud enviándoles pacientes de la sanidad pública para que los puedan facturar”.