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El país que estudia ampliar la pena de muerte

El Parlamento de Israel saca adelante la primera votación para aplicar la sentencia máxima en caso de asesinatos a judíos por motivos políticos.

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Israel's Prime Minister Benjamin Netanyahu, looks on as lawmakers convene in Israel's parliament, the Knesset, for a vote on a contentious plan to overhaul the country's legal system, in Jerusalem, February 20, 2023.  Maya Alleruzzo/Pool via REUTERS
POOLvia REUTERS

El Parlamento de Israel ha dado el primer visto bueno a una propuesta de ley para imponer la pena de muerte al asesinato de israelíes judíos por motivos políticos. La iniciativa, impulsada por el partido ultraderechista Poder Judío (Otzma Yehudit), recibió este miércoles 55 votos a favor, nueve en contra y cero abstenciones en un Parlamento que, a pesar de tener 120 diputados, la mitad de las sillas estaban vacías porque un sector de la oposición boicoteó la sesión, en la que también se votó parte de la polémica reforma que amenaza el poder judicial.

En concreto, la propuesta quiere ampliar la pena de muerte a “quien intencionadamente o por indiferencia cause la muerte de un ciudadano israelí cuando el acto se cometa por un motivo racista o de odio a un determinado colectivo [...] y con la intención de dañar al Estado de Israel y el renacimiento del pueblo judío en su patria”, lo que significa, de facto, asesinato por motivos políticos, según recoge Antonio Pita, corresponsal de El País en Oriente Medio.

La pena de muerte es parte de la legislación de Israel. Sin embargo, tan solo se ha aplicado en dos ocasiones: tras el mediático juicio del nazi Adolf Eichmann en Jerusalén (1962) y durante la primera guerra árabe israelí al judío Meir Tobiansk, acusado de espionaje (1948). Pueden aplicarla los tribunales civiles —como en el caso de Eichmann, en un juicio que recorrió las televisiones de todo el mundo— y los militares, estos últimos con el consentimiento unánime de tres jueces. Las penas de muerte se ponen sobre la mesa en pocas ocasiones, pero la nueva propuesta, de aprobarse, permitiría a la justicia militar sacar adelante una sentencia de muerte por mayoría simple, sin opción de revisión a la baja.

Sin embargo, es probable que la propuesta no avance. A Benjamin Netanyahu, primer ministro del país, no le atrae la medida. Nunca la ha promovido porque no gusta en la cúpula de las fuerzas de seguridad. Además, para que salga adelante necesita que Shas y Judaísmo Unido de la Torá, dos partidos judíos ultraortodoxos de la coalición, se abstengan o voten a favor, un hecho difícil porque ambos se oponen a la pena de muerte por motivos religiosos. De hecho, no es la primera vez que esta iniciativa obtiene el primer visto bueno del Parlamento, por lo que hay muchas dudas de que sea aprobada en las votaciones restantes.

Apoyos y críticas a la propuesta

La diputada de Poder Judío Limor Son Har-Melej, que perdió a su primer marido en un atentado palestino en 2003, presentó la propuesta en el Parlamento como “ética y justa” y como una “reparación personal y nacional”. “Hemos olvidado cómo combatir al enemigo”, aseguró. El líder de Poder Judío, Itamar Ben Gvir, señaló que, de no aprobarse, “no seremos morales ni humanos hacia nuestros hijos”.

Uno de los partidos que votó a favor de la propuesta fue Israel Nuestro Hogar, una formación de la oposición. Su líder, Avigdor Lieberman (que en 2017 propuso un proyecto de ley para que un tribunal pudiera ejecutar a cualquier terrorista que matase), señaló que, si democracias como Estados Unidos o Japón utilizan la pena de muerte, Israel tiene más derecho a hacerlo al vivir en “peligro existencial”. En un comunicado conjunto, Netanyahu y Ben Gvir explicaron que la medida “cortará el terrorismo de raíz y creará una gran disuasión” y que Estados Unidos, “la mayor democracia del mundo”, también la aplica.

En su perfil de Twitter, Netanyahu anunció que las autoridades detuvieron Hace poco a un escuadrón de tres terroristas responsables del asesinato de Ilan Ganels, un ciudadano israelí-estadounidense. En esa misma publicación, el primer ministro israelí aseguró represalias para este tipo de atentados: “Cualquiera que intente lastimarnos - sangre en su cabeza”.

Sin embargo, la consejera jurídica del Gobierno, Gali Baharav-Miara, anunció la semana pasada que la propuesta vulnera la Ley Básica, que rige Israel al no tener Constitución. Adalah, una ONG para la minoría palestina con ciudadanía israelí, criticó la iniciativa al considerarla “inmoral”, y la ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, mostró su “firme oposición” porque “esta práctica cruel [...] ha demostrado su inefectividad como elemento disuasorio”. Por su parte, Amnistía Internacional ha descrito la propuesta como “un intento de crear una distinción con una base nacionalista-étnico-política” y una “ley de apartheid”.

La semana pasada, los expertos de los Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) mostró su “grave preocupación” por la iniciativa del Parlamento de Israel y lo calificó como “un paso profundamente regresivo”, especialmente cuando “a primera vista, el castigo se aplicará contra las minorías que viven dentro del Estado o aquellos que viven bajo los 55 años de ocupación y gobierno militar”.