El país en el que mover la cabeza de lado a lado significa “sí” y de arriba a abajo es “no”
En Bulgaria, al contrario que en prácticamente el resto de países, para expresar negación se hace moviendo la cabeza de arriba a abajo.
Desde que empezamos a crecer, cuando apenas tenemos unos pocos años, comprendemos los diferentes gestos que hacemos en el día a día. Uno de los más comunes tienen que ver con el hecho de asentir y negar con un movimiento de cabeza: de lado a lado para negar, y de arriba a abajo para confirmar. Un gesto que aplican diversas culturas, a pesar de no haber tenido un contacto previo entre ellas.
El naturalista británico Charles Darwin, uno de los grandes científicos de la historia, se preguntaba ya en sus múltiples viajes el motivo de este gesto, presente en muchas partes del mundo. Y formuló una teoría en su libro ‘La expresión de los movimientos de la mente en el hombre y en los animales’, de 1872. En ella destaca que, en los bebés, el primer acto de negación es el rechazo de la comida, al apartar la cabeza del pecho de la madre en señal de que no quieren más. Más tarde se repite el movimiento, ya con la cuchara.
Pero, pese a que pueda tratarse de un origen que se puede dar en la infancia, no en todos los países del mundo sucede igual. En Bulgaria, además de algunas partes de Albania, la gente, al asentir, indica que no está de acuerdo con algo, mientras que el movimiento de cabeza de lado a lado señala que se está de acuerdo. Son solo unas excepciones a la norma, pues está mucho más extendido que estos gestos señalen lo contrario.
El origen del movimiento
El movimiento, además, no es como lo hacemos nosotros, haciendo una rotación del cuello. En su lugar, para afirmar inclinan la cabeza hacia un lado y después hacia el otro. El origen, se cree, tiene que ver con la época del dominio otomano, cuando los turcos conquistaron el país y exigían a los habitantes renunciar a su fe cristiana. Se cree que, entonces, les ponían una espada apuntándoles mientras les preguntaban si aceptaban a Alá como dios. Así, mientras con la cabeza asentían de arriba a abajo, por dentro se repetían que no.
Volviendo a Darwin, para escribir el citado libro, envió un cuestionario a misioneros de todo el mundo preguntándoles sobre los gestos para expresar la afirmación y la negación. Entre las respuestas llamó la atención el caso de Bulgaria. Allí, como parte de la órbita de la cultura griega, se pudo exportar el gesto de negación (moviendo la cabeza de arriba a abajo) a Turquía, Nápoles y algunas zonas de la antigua Yugoslavia.