El motivo por el que ya casi no se venden huevos blancos en los supermercados
Una experta cuenta las diferencias y cómo el consumidor percibe los tonos de los huevos a la hora de más o menos calidad, sin que haya una relación directa.
Según Mar Fernández, directora de Inprovo (la Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos), el hecho de que casi ya no haya huevos blancos en los lineales “es un tema cultural”, detalla en una entrevista a Uppers.
“Cuando se empezaron a abrir las granjas avícolas, las gallinas que había allí eran blancas. Por lo tanto, se empezó a asociar que los huevos blancos eran de granja mientras que los marrones eran camperos y más naturales”, explica Fernández.
Las gallinas, la clave
“Las gallinas marrones son más grandes, por lo tanto sus huevos también lo son. Su precio, por consiguiente es más alto, pero la diferencia es pequeña y al consumidor no le importa porque considera que está comprando algo de más calidad”, detalla.
¿Hay diferencia real entre los colores de los huevos?
“Por un lado la densidad de la cáscara depende de la edad de la gallina. Los huevos más grandes suelen ser de animales mayores que, por su edad, ponen huevos mayores pero también más débiles”.
Además, no hay diferencia ni en la consistencia de la cáscara, ni tampoco en el color de la yema, que no depende de si es el huevo es blanco o es moreno.
La yema sí es diferente
El color de la yema sí es diferente y tiene que ver con la alimentación de las gallinas. “Si es más anaranjada quiere decir que se ha alimentado con maíz o forraje. En cambio, si es más amarilla con trigo o cebada”, detalla la experta.
Lo que dicen los expertos
Según nos ha contado a Diario AS Piedad Varela-Portas, Co-fundadora y Directora de Comunicación y Marketing de Pazo de Vilane:”es verdad que, en cierta forma, en el mercado se ha generado la creencia de que el huevo moreno es más campero y natural, que el huevo con cáscara blanca. No obstante, el color del huevo no indica que sea de mayor o menor calidad, ya que el color depende de la raza de la gallina”.
Varela-Portas añade, “de hecho, hay gallinas que son grandes ponedoras de huevos blancos como por ejemplo la Leghorn y de plumaje blanco. En Pazo de Vilane criamos gallinas de la raza Lohmann, una raza ponedora de plumaje marrón, que disfrutan durante todo el año de pastos gallegos frescos y gracias a las que podemos llevar al mercado unos huevos camperos de color marrón tenue”.
“Además, es importante destacar que la calidad del huevo no depende del color, sino de la alimentación que se le da a la gallina, el cuidado que se le da al animal y el hecho de poder pastar en los campos, esto sin duda es lo que diferencia un huevo de otro”, finaliza.