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El motivo por el que se llama ‘de pesadilla’ a la nueva variante XBB de la COVID

Aunque cada subvariante tiene mutaciones ligeramente diferentes, ninguna de ellas está creando olas significativas todavía, como lo hicieron las variantes Delta y Ómicron cuando aparecieron por primera vez.

Medical personnel listen to NYC Mayor Bill de Blasio welcoming medical members of the US Navy who have volunteered from across the country to join the USA Armyx92s 44th Medical Brigade at the Jacob K. Javits Center on April 5, 2020 in New York. - The coro
BRYAN R. SMITHAFP

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, CDC, la subvariante BA.5, que impulsó el aumento de COVID-19 durante el verano, todavía causa poco menos de la mitad de las infecciones en Estados Unidos.

Pero otras dos subvariantes están creciendo rápidamente y se espera que superen a BA.5 muy pronto: BQ.1 y BQ.1.1. Hasta el viernes pasado, BQ.1 representó el 14% de las infecciones por COVID en los Estados Unidos, mientras que BQ.1.1 representó el 13,1%. La variante BA.4.6, también ha ganado algo de terreno desde agosto. Ahora representa el 9,6% de los casos nuevos.

La variante ‘de pesadilla’ que llega desde Singapur

BF.7, BA.5.2.6, BA.2.75 y otras variantes también están compitiendo por un lugar preeminente en los Estados Unidos, mientras que la variante XBB ha sido noticia por su papel en un aumento de casos de COVID en Singapur, donde han empezado a vigilarla.

Se ha denominado “variante de pesadilla”, a pesar de que los nuevos infectados y las hospitalizaciones están reduciéndose desde finales de octubre. Una definición que realizan los expertos epidemiólogos que siguen trabajando cada día investigando posibles afecciones, gráficos, evolución e intentan vaticinar cómo se comportarán entre las personas vacunadas con diferentes dosis, los no vacunados y los vulnerables, los que más preocupan por la precariedad de su sistema inmune.

Los expertos que trabajan con la COVID

Tal y como han contado a The New York Times, uno de esos profesionales que siguen investigando la evolución del coronavirus, es el doctor Albert Ko, médico y epidemiólogo de la Escuela de Salud Pública de Yale, “aunque cada subvariante tiene mutaciones ligeramente diferentes, ninguna de ellas parece estar creando ondas significativas todavía, como lo hicieron las variantes Delta y Ómicron cuando aparecieron por primera vez. Hemos lidiado con esto antes, con la influenza, por ejemplo. Los virus y los patógenos están constantemente tratando de adaptarse y escapar de la presión inmunológica que les planteamos”.

O el doctor Otto Yang, médico de enfermedades infecciosas e investigador de inmunología de la Facultad de Medicina David Geffen de la Universidad de California, Los Ángeles. “Las mutaciones que definen estas nuevas variantes se agrupan en y alrededor de un área clave para las interacciones de anticuerpos, pero la secuencia de picos general no cambia lo suficiente como para afectar a las células T que reconocen cualquier parte de la secuencia, y son las que previenen enfermedades graves. Las personas que están al día con sus vacunas y que reciben tratamiento temprano con Paxlovid o con Remdesivir van a estar bien en su mayor parte”.

El experto Michael Osterholm, epidemiólogo y director del Centro de Investigación y Políticas de Enfermedades Infecciosas de la la Universidad de Minnesota, también continua intentando aprender del COVID. “Si vemos que se reducen las muertes y las enfermedades graves y las hospitalizaciones, incluso si las personas se infectan, eso sigue siendo un gran éxito”.

La doctora Alpana Waghmare, experta en enfermedades infecciosas del Fred Hutchinson Cancer Center es clara con quién preocupa más, “la evasión inmunitaria es una preocupación mayor para las personas inmunodeprimidas o que no desarrollan una respuesta inmunitaria fuerte a las vacunas”, añade.