El motivo por el que los contratos se suelen firmar con bolígrafo de color azul
Desde pequeños, en las escuelas, ya recurrimos al azul o negro para rellenar los exámenes, los documentos más importantes ¿Por qué esos colores?
Los documentos más importantes siempre se han escrito con un bolígrafo de color azul o negro. El color rojo se utiliza para hacer correcciones y otras indicaciones sobre lo que ya está escrito, mientras que el color verde se emplea más bien poco. Pero hay una razón por la cual los contratos siempre se firman en azul.
Lo cierto es que a principios del siglo XX, para diferenciar el documento original de las copias, se utilizaba el azul en las plumas estilográficas. El negro se empleaba para los textos y copias al utilizar papel carbón y el azul de la firma demostraba la originalidad del documento. Además, la tinta azul se hizo popular porque era más fácil de limpiar.
El color negro volvió a ser popular durante la Segunda Guerra Mundial: los soldados estadounidenses escribían en negro los documentos, que luego fotografiaban para enviar la misiva. Ese mensaje se revelaría en blanco y negro, por lo que no tenía mucho sentido escribir en azul si el destinatario final solo lo podía leer en negro.
¿Hoy en día demuestra originalidad?
Finalmente retornamos al azul para firmar los documentos más importantes. Es costumbre plasmar nuestra firma en ese color, aunque también en negro. No es una norma oficial, pero sí está extendida por todo el mundo y ayuda a evitar posibles fraudes o robos de firma. Cuando vemos una firma de color azul sabemos que ha sido hecha a mano, en cambio el color negro puede suscitarnos alguna duda: quizás ha sido añadida por ordenador.
Ya desde pequeños nos vamos acostumbrando al color. El uso del bolígrafo azul es habitual en el ámbito educativo, tanto en profesores como alumnos. Estamos acostumbrados desde niños a escribir con azul, por lo que la práctica se prolonga hasta que somos mayores.