El día en el que deberías dejar de felicitar el Año Nuevo: esto dice el protocolo
Los días 1, 2 y 3 es habitual seguir felicitando el año. A partir de aquí surgen las dudas de hasta cuándo debemos seguir haciéndolo.
Con la entrada del 2023, las calles y las redes sociales se han llenado de mensajes de “¡Feliz Año!” a familiares, amigos y compañeros de trabajo. Nos basamos en la costumbre para felicitar, en general, todo el periodo que abarca la Navidad. Sin embargo, no hay una norma estricta en los manuales de protocolo que determinen hasta cuando tiene sentido saludar de esta forma.
Felicitar el año es una cuestión de costumbre, y en cada lugar es distinta. Lo habitual es decir “Feliz Año” durante los primeros días de enero, pudiendo extenderlo hasta el fin de las fiestas navideñas con la llegada de los Reyes Magos, cuando se vuelve a la rutina laboral. Esto es propio de países como Reino Unido o España, aunque la vuelta al trabajo se produce en fechas distintas.
Aun así, es habitual encontrarte con gente que todavía no has visto a finales de enero y desearos un feliz año nuevo. Desde protocolo.org no ponen una fecha concreta, pero, de tener que hacerlo, recomiendan que se desee un feliz año durante la primera semana de enero, de forma aproximada.
Refranero popular
En España es habitual que tiremos del refranero popular para todo, especialmente con lo relacionado con el tiempo atmosférico. Tenemos un refrán para cualquier cosa y, como no podía ser menos, también para poder establecer cuándo dejar de felicitar el año a nuestros conocidos.
Según el dicho popular, ‘Hasta San Antón, Pascuas son’. San Antón es el 17 de enero, por eso algunos consideran esa fecha como la máxima para mostrar los buenos deseos para el año que arranca.
Y con tras la llegada de los Reyes Magos, ¿cuándo debemos quitar el árbol y los adornos?
Esta es otra de las preguntas que nos hacemos todos los años al acabar las fechas navideñas. Según el periódico británico “Mirror”, hay un día específico en el que quitar los adornos de Navidad de casa para no tener mala suerte.
Se trata de una superstición que se remonta a cientos de años atrás, cuando se creían que los árboles de Navidad eran el hogar de los espíritus. Unos espíritus que quedarían libres y que traerían mala suerte y malas cosechas si se retiraban antes de tiempo.
Por tanto, los supersticiosos, deben quitar el árbol entre el día 5 y 6 de enero, una vez que los Reyes Magos hayan dejado los regalos en casa.