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El ascensor exterior más alto del mundo

La construcción se encuentra en la región de Hunan, en China, con más de 300 metros de alto. Su levantamiento levantó polémica por el entorno.

El ascensor exterior más alto del mundo

Dentro de las construcciones arquitectónicas puede haber algunas que nos llamen poderosamente la atención, como aquellas que tiene sobre sí algún Récord Guinness. Es el caso, por ejemplo, del puente colgante más largo del mundo, el Sky Bridge de la República Checa. En este grupo de ‘los más’, también se encuentra el ascensor exterior más grande del mundo: el Bailong, conocido también como el Ascensor de los Cien Dragones.

Fue en el año 1999 cuando se inició su construcción, con un coste estimado de 120 millones de yuanes (unos 16,5 millones de euros por entonces) y con ella se batieron varios récords, tanto por dimensiones como por velocidad de desplazamiento. Y, además, sus vistas dan a un parque nacional que muchos creen que inspiró el paisaje de la afamada película de Avatar.

Este envidiable situación, dentro del Parque Forestal Nacional de Zhangjiajie, en Hunan, es precisamente uno de los motivos de críticas. Los expertos locales lamentaron en su momento que su construcción dañaba el paisaje natural. Tras su inauguración estuvo cerrado durante tres meses, discutiéndose, incluso, su demolición. Los debates sociales y preocupaciones de seguridad motivaron este cierra temporal. No obstante, diez meses después volvió a abrir sus puertas a los visitantes.

Una torre de 335 metros

Sus más de trescientos metros de alto (335) le convierten, según los registros locales, en el más alto de todo el mundo. El Libro Guinness reduce su altura a los 326 metros, una cifra igualmente elevada. “El elevador al aire libre más alto del mundo es el elevador Bailong con paredes de vidrio de 326 m (1,070 pies), cuyos 171,4 m superiores están sobre el suelo y construidos en la ladera de un acantilado de cuarcita”, señala el conocido libro.

En total son tres ascensores de doble cubierta (con dos plantas), con capacidad para transportar a un máximo de 46 personas por viaje, que permiten disfrutar de unas impresionantes vistas de las formaciones kársticas del paraje. La velocidad de ascenso es de tres metros por segundo, con un tiempo total de subida de 1:58 minutos, mientras que suporta una capacidad máxima de 4.900 kilos.

La construcción está hecha en cristal y acero y puede transportar a cerca de 1.380 personas a la hora (unas 18.000 diarias). Para poder hacer realidad esta obra de la ingeniería se necesitó hacer túneles y perforaciones diversas en la pared de arenisca y cuarzo elegida, llegando a ahondar hasta nada menos que 154 metros. A su vez, se instalaron sismógrafos para detectar posibles terremotos y, en ese caso, evacuar a los visitantes con el tiempo suficiente.

La polémica del ascensor Bailong comenzó porque se empezó a construir sin el aval de la UNESCO, y apenas unos años después de la catalogación de este parque nacional como Patrimonio de la Humanidad. Pero, a pesar de ello, la obra siguió adelante y cada día lo visitan miles de personas.