Zapatero ‘ficha’ por Deutsche Bank
El expresidente del Gobierno será el asesor de Deutsche Bank para negociar con Moncloa el control de Celsa, que se encuentra en situación de impagos.
José Luis Rodríguez Zapatero, el que fuera presidente del Gobierno de España entre los años 2004 y 2011 con el PSOE, es la nueva apuesta de Deutsche Bank para buscar hacerse con el control de la empresa catalana Celsa, actualmente en impago. La compañía lidera a un grupo de fondos de acreedores entre los que se encuentran SPV, Cross Ocean, Sculptor, Golden Tree, Capital Group y Attestor.
De acuerdo con El Confidencial, Zapatero pasará a asesorar a la compañía de servicios financieros. Un ‘fichaje’ que se entiende desde el punto de vista de la negociación, pues deben hablar con Moncloa para que de luz verde a la operación. Además, el hecho de poder contar con su poder de derecho a veto por la ley antiopas también puede suponer una ayuda extra.
De acuerdo con la información de este diario, las compañías han contratado sus servicios a través Kreab, una consultora externa que en los últimos años ha ido incorporando diferentes altos cargos de la política para ejercer de lobistas. Algunos casos de ello son Miguel Ferré, secretario de Estado de Hacienda con Cristóbal Montoro, Rafael Catalá, ministro de Justicia con Mariano Rajoy, o José Bono, ministro de Defensa y expresidente del Congreso de los Diputados.
Decreto antiopas
Celsa se encuentra en vilo por la decisión final que tome el juez: si se aprueba, o no, el plan de reestructuración por el que los fondos tenedores de la deuda de más de 3.000 millones de euros que tiene la compañía se quedarían con la totalidad de capital. Para ello resulta de gran importancia la presencia de Zapatero, que ayudaría en una cuestión que viene mantiene en alerta a muchos de los fondos y bancos a nivel internacional.
Porque, en caso de aceptarse, se sentaría un precedente en aquellos casos que afectan a empresas sobre las que se pasaría a aplicar el real decreto antiopas. Una normativa que el Ejecutivo de Pedro Sánchez decidió, el pasado mes de diciembre, ampliarla hasta el año 2024. Con esto, ningún inversor (sin permiso del Gobierno) podrá hacerse con el 10% de una empresa del Ibex 35 que sea considerada con el Gobierno como estratégica, o bien que sea esencial para la industria del país.
Una de estas empresas es Celsa, que fue rescatada el pasado verano por el Ministerio de Hacienda a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, tras desembolsar 550 millones de euros, el mayor en la historia de este departamento.
Falta de acuerdo
Durante los últimos meses los contactos no han terminado de fructificar y ahora ambas partes han usado contactos para tratar de poner una solución. Pedro Sánchez trató de mediar en nombre de los Rubiralta, la familia que posee la compañía, para convencer al presidente de Deutsche Bank de desbloquear el conflicto. Pero la desconfianza de la entidad por los impagos anteriores de los administradores de Celsa evitó que se llegara a un acuerdo.
Tampoco sirvió de mucho la mediación de Pere Aragonès, presidente de la Generalitat, quien presionó a los fondos sin éxito. El pasado mes de febrero fue el ‘turno’ del conseller de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, invitado a la convención de directivos en la que mostró su apoyo público a la familia Rubiralta. Ahora, los fondos han roto toda negociación con la familia al considerar que han sido engañados, aunque desde Deutsche Bank no descartarían un acuerdo de última hora que sea bueno para todas las partes.