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Detenido ‘Alcasec’, uno de los mejores ‘hackers’ españoles

A sus 19 años, es el líder de una sofisticada red que ha conseguido sustraer cantidades ingentes de datos a varias administraciones estatales

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Detenido ‘Alcasec’, uno de los mejores ‘hackers’ españoles

No tiene mallas ni un carcaj con flechas echado al hombro, pero algunos lo llaman Robin Hood. Su hazaña tampoco tiene mucho del espíritu redistributivo que movía al célebre forajido del bosque de Sherwood. No obstante, al igual que este, tiene un amplio séquito de devotos que se recrean en su ejemplo y sus heréticas enseñanzas. El joven (jovencísimo, incluso) José Luis Huerta, ‘Alcasec’ es uno de los ciberdelincuentes más buscados de España.

Es nutrido su historial de fechorías. Y, a pesar de apenas haber dejado atrás la adolescencia, se remonta varios años en el tiempo. Una mente superdotada que dedicó todo el grosor de sus muchas maquinaciones a romper la ley, dejando patente por el camino los muchos puntos ciegos de seguridad que aquejan a la administración pública. El estatus de estrella del rock le llegó con el estruendo de sus primeras hazañas. Por ejemplo, consiguió crear un error en el sistema de cobro de envíos del Burger King, haciendo que, durante algunas horas, los usuarios pudieran disfrutar de sus menús de forma gratuita.

También suplantó la identidad del directivo de Mediaset Paolo Vasile, sustrayendo varios miles de euros de la entidad. Pero la autoridad española se puso tensa cuando viró sus objetivos hacia el socavamiento de la cosa pública. Primero en el ámbito municipal, infiltrándose en varios ayuntamientos. Y no precisamente pequeños. Entre sus víctimas estuvieron, por ejemplo, Granada y Fuenlabrada (de 230.00 y 190.000 habitantes respectivamente).

Activismo “antiestatal”

Otra operación que le granjeó la simpatía de muchos aficionados al activismo antiestatal fue la de infiltrarse en la Dirección General de Tráfico para expedir carnés de conducir con validez legal. La cuestión, para los guardianes de la ley y el orden, comenzaba a pasar de azul oscuro a negro azabache. Pero aún no habían visto nada. Este púber escurridizo tenía preparado para el tercer el acto un colofón final que ha estallado en mil centellas estruendosas. La coronación apoteósica de una carrera meteórica.

Alcassec, ese es su nombre de proscrito, ha centrado sus esfuerzos recientes en robar grandes cantidades de datos judiciales a entidades como el CGPJ o la Policía Nacional. ¿Para qué? Se preguntarán algunos. Pues para crear una extensa y detallada base de datos que refleje toda esta información secreta. Sus clientes, principalmente, eran los capos del crimen organizado, que ahora podían ir un paso por delante de sus investigadores al tener conocimiento instantáneo de cualquier causa o investigación que pudiera concernirles.

Ha sido detenido en Madrid. Sus anteriores crímenes no tuvieron consecuencias definitivas o a largo plazo porque fueron cometidos mientras era aún menor de edad. Pero esta vez todo parece indicar que podría caer sobre él todo el peso de la ley. Paradójicamente, a través de todo ese entramado de instituciones que conforman el brazo de la justicia y el orden. Esos mismos organismos de los que un chaval que hace 2 años no podía pedir una cerveza en el bar, se ha reído con sonora carcajada. Una risa viral que aún resuena por los pasillos de la administración.