¿Cuáles fueron las siete maravillas del mundo antiguo y cuál sigue en pie?
Estos edificios, muy reconocidos a lo largo de la historia, no han sobrevivido… casi en su totalidad. Solo hay uno que se mantiene en pie.
La historia de la humanidad está repleta de civilizaciones y se caracteriza por el dominio de grandes imperios. El Romano, el ruso, el español… Hay una gran variedad de sociedades que han pasado a los libros por sus logros y conquistas. Entre estas, hay que destacar las edificaciones que se hicieron en los primeros albores de la civilización actual, que, con el paso del tiempo, han ido desapareciendo.
En concreto, hay siete obras de arte, de las cuales hay seis que no han perdurado físicamente, que sí permanecen en la memoria colectiva. Estos edificios han sido reconocidos como ‘siete maravillas del mundo antiguo’ y tienen una historia que contar.
¿Qué fueron las siete maravillas del mundo antiguo?
Este concepto se refiere a siete edificaciones concretas. Este tipo de obras, que pertenecieron a los campos de la arquitectura y la escultura, fueron escogidas por viajeros de la Antigua Grecia, que realizaron una serie de guías sobre algunos monumentos dignos de ser visitados.
En un primer momento fueron denominadas con el nombre de ‘theamata’, que significa ‘vistas’, pero este concepto fue sustituido por el de ‘thaumata’, que significa ‘maravillas’. Este título, más grande que el anterior, le dio una categoría superior a este tipo de obras, que formaron parte de la historia.
¿Por qué fueron elegidas siete maravillas y no ocho?
Una de las grandes preguntas que asaltan a la hora de hablar de las ‘siete maravillas del mundo antiguo’ tiene que ver precisamente con esa cifra, con el 7. ¿Por qué fueron 7 obras las escogidas y no 8, por ejemplo?
La respuesta es sencilla: el 7 contaba con una gran connotación espiritual por aquel entonces, y era muy valorado. El 7 marcaba los días de la semana en Babilonia, también indicaba las jornadas de las 4 fases de la Luna, y apuntaba a la creencia de que existían 7 planetas.
La historia de las siete maravillas del mundo y su elección
Para saber cuál fue el primer momento en el que se confeccionó un inventario, hay que remontarse al siglo III a.C. El sitio donde se elaboró la primera lista fue Alejandría, la conocida como ‘ciudad del conocimiento’ en ese momento. Sin embargo, esa lista no perduró.
Posteriormente, en el II a.C, el poeta Antípatro de Sidón o el matemático Filón de Bizancio realizaron unas guías en sus viajes y sobre lo que debía ser visto, desde su punto de vista. Al ser subjetivas, incluyeron las obras que más les gustaban.
Hay, de hecho, piezas que no aparecían en estas listas, y que, posteriormente, entraron en la categoría de ‘maravilla’, como es el Faro de Alejandría, que fue excluida en detrimento de la Puerta de Ishtar de Babilonia.
Sin embargo, para apreciar el inventario definitivo hay que remontarse hasta el siglo XVI, cuando el pintor Maerten van Heemskrerck realizó una serie de obras pictóricas representando a las siete maravillas.
¿Cuáles eran las siete maravillas del mundo antiguo y cuáles siguen en pie?
Estas edificaciones forman parte de la leyenda de varias civilizaciones. Grecia, Egipto, Babilonia… son solo algunos de los pueblos que han sido relacionados por poseer, en algún momento de la historia, una de las siete maravillas del mundo antiguo.
En la actualidad, solo hay una que se mantiene en pie, y es la Pirámide de Guiza. El resto han desaparecido con el paso del tiempo, o incluso, como fue el caso de los Jardines Colgantes de Babilonia, se duda si llegaron a existir alguna vez.
Las siete maravillas del mundo antiguo son las siguientes:
La pirámide de Guiza
Mausoleo de Halicarnaso
Estatua de Zeus en Olimpia
Jardines Colgantes de Babilonia
El templo de Artemisa
El Coloso de Rodas
El Faro de Alejandría
