Crisis en Noruega con el salmón
La entrada de un vigor de un nuevo impuesto, a falta de ser aprobado por el Parlamento, amenaza con elevar los precios de este alimento.
El salmón, uno de los pescados azules más populares, puede ver incrementado su precio en los próximos meses. Algo que puede suceder como consecuencia de un nuevo impuesto aprobado por el Gobierno de Noruega en el pasado mes de septiembre y que puede entrar en vigor este año. Un impuesto que afecta a los productores de este alimento en el país nórdico (a falta de pasar por el Parlamento) y que amenaza con afectar de lleno al consumidor.
En la práctica, supone el impuesto sobre los recursos para el cultivo de salmón y trucha del 40% desde el inicio de este año, para aquellos volúmenes que superen las 4.000-5.000 toneladas. En caso de ser inferiores, quedarían exentas. Según las estimaciones, entre el 65% y el 70% de las empresas del sector en Noruega están por debajo de dicha cantidad, pero las grandes compañías, que la superan, ya se han visto afectadas en con su caída en bolsa.
Al igual que ocurre ya con la industria petrolera, la idea del Gobierno noruego es la de aplicar un alto gravamen por el uso de los recursos naturales. Del dinero que se puede recaudar (entre los 33.650 y los 33.800 millones de coronas noruegas; 3.000 millones de euros), la idea es que la mitad se destine a los ayuntamientos. “Es razonable que la sociedad reciba una parte de ese rendimiento extraordinario generado por la explotación de los recursos que se realiza en fiordos y áreas marinas que pertenecen a la comunidad”, apuntan desde el portal del sector de la acuicultura Ipac.
Caída en bolsa
La decisión, que todavía no ha salido adelante, prevé afectar al 62% de la industria. Ante esta situación las dos grandes empresas del sector, Mowi y SalMar, han sufrido importantes pérdidas en la bolsa noruega: de un 14% en los últimos doce meses la primera y de un 30% la segunda. Y ya en el momento de anunciarse la propuesta hubo importantes decisiones por parte las empresas del sector.
Algunas de ellas despidieron trabajadores y cancelaron las compras de permisos de cultivo planificadas. “Es un impuesto que grava a las empresas acuícolas, unas empresas que crean valor y trabajo en la costa de Noruega”, dijo entonces la directora ejecutiva de SalMar, Linda Aaase. Además, advirtió de que esto podría conllevar a un efecto dominó negativo en todas las industrias vinculadas.
Posible bajada de la demanda
Mientras tanto, el consumidor vislumbra cómo le puede afectar en el precio final, ya sea a través de un precio superior para sufragar el coste de los impuestos, o bien con un descenso de la inversión que reducirá la oferta, afectando a los precios. Sea como fuere, la demanda también podría verse afectada si se apuesta por un producto sustitutivo en un contexto de una inflación disparada.
Los analistas de la empresa Barclays, dedicada a los servicios financieros, exponen que de forma histórica siempre ha habido una correlación entre un crecimiento más lento de la oferta mundial y la subida de precios del salmón. No obstante, consideran que “las perspectivas para 2023 se ven empañadas por el hecho de que la demanda de salmón podría debilitarse a medida que los consumidores se decanten por fuentes de proteínas mucho más baratas como el pollo y el cerdo”.
En España esta medida puede afectar de forma indirecta, pues según una encuesta de Ipsos para el Consejo de Productos del Mar de Noruega, cerca del 79% de los españoles aseguraba haber consumido este pescado en los últimos seis meses. Además, el 50% de los consumidores había comido también sushi o sashimi elaborado con salmón en el mismo periodo de tiempo. En España, el salmón que llega de Noruega es “líder absoluto con 1,4 millones de raciones diarias”, según el director del Consejo de Productos del Mar de Noruega, Björn Erik Stabell.