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Controversia por el video viral de menores en una discoteca de Barcelona
La fiesta inaugural de la discoteca Pampara Tardes, dirigida para jóvenes de entre 14 y 16 años, centra el foco de debate tras la difusión de imágenes de menores en redes sociales.
La exposición de los menores de edad en las redes sociales vuelve a situarse en el foco de debate. Lo hace tras la difusión de un vídeo de la fiesta inaugural de la discoteca Pampara Tardes de Barcelona, que iba dirigida para jóvenes de entre 14 y 16 años de edad.
El motivo de toda la polémica surgida en las últimas horas se debe a la difusión de un vídeo en el que se pudo comprobar cómo un grupo de chicas ‘perreaba’ ante varios chicos en una de las sesiones organizadas por el local de ocio nocturno ubicado en la Avenida Madrid de la Ciudad Condal. La grabación, publicada inicialmente en TikTok, se borró a las pocas horas ante las numerosas críticas de los usuarios de la plataforma.
Posteriormente, el vídeo volvió a publicarse aunque en otra red social, Twitter, donde también se hizo viral y acumuló muchos comentarios negativos. Sumó casi diez millones de visualizaciones entre ambas redes sociales, y los usuarios no sólo reprobaron la actitud “sexualizada” de los jóvenes, sino también señalaron a la propia discoteca por filmar un vídeo de los menores.
Un local que se caracteriza también por ofrecer sesiones festivas donde suenan diferentes estilos musicales como el dembow, bachata, reggaeton o drill, y cuyo público objetivo está focalizado exclusivamente para los mayores de 14 y los menores de 18 años de edad. Ante el revuelo generado, las cuentas oficiales de la discoteca dejaron de ser públicas y procedieron a eliminar el vídeo de todos sus perfiles.
Sobre la difusión de imágenes de menores de edad, se trata de una práctica legal siempre y cuando sean menores de edad de 14 años en adelante y den su consentimiento. Además, se pueden publicar siempre que la práctica no suponga intromisión en el derecho al honor, la intimidad y la propia imagen del menor. El delito de descubrimiento y revelación de secretos, regulado en el artículo 197.7 del Código Penal, recoge penas que pueden oscilar entre los tres meses y un año de prisión, o multas de seis a doce meses.