¿Qué son los ‘aviones’ capturados por el telescopio James Webb en la atmósfera de Júpiter?
Así conocen los expertos a las corrientes de chorro de alta velocidad, detectadas ahora en Júpiter. Se mueve a más de 500 kilómetros por hora.
La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, más conocida como NASA, cuenta con decenas de proyectos de exploración espacial. Entre los más destacados se encuentra el rover Perseverance que desde hace más de dos años explorar la superficie de Marte. Pero hay muchos más y de diferentes categorías, como el Telescopio Espacial James Webb, lanzado a finales de 2021 en sustitución del Hubble.
Durante este tiempo ha conseguido grandes avances en la exploración espacial y, ahora, la NASA informa de un nuevo fenómeno nunca antes visto en la atmósfera de Júpiter. El estudio realizado por Ricardo Hueso, de la Universidad del País Vasco, señala la existencia de una corriente de chorro de alta velocidad sobre el ecuador del planeta. Una corriente que se extiende por más de 4.800 kilómetros de ancho, por encima de las principales capas de nubes.
“El Telescopio Espacial James Webb es el único capaz de detectar este tipo de corrientes”, explica la NASA en un comunicado. Los expertos reconocen su sorpresa ante tal hallazgo, pues algo que hasta ahora siempre habían visto “como neblinas borrosas en la atmósfera de Júpiter, ahora aparecen como características nítidas que podemos rastrear junto con la rápida rotación del planeta”, apunta el autor.
James Webb aporta nuevos datos
A lo largo de los años son varias las naves espaciales (Juno y Cassini, de la NASA), además del telescopio Hubble, las que han sido capaces de captar los patrones climáticos cambiantes de Júpiter. Pero ninguno ha sido capaz de ofrecer el nivel de detalle del nuevo telescopio espacial. “James Webb ya ha proporcionado nuevos hallazgos sobre los anillos, los satélites y la atmósfera”, señala el experto.
Los investigadores de la NASA emplearon para ello los datos tomados de la NIRCam (cámara de infrarrojo cercano) del telescopio James Webb, en julio del año pasado. El descubrimiento ofrece información sobre la forma en que interactúan entre sí las capas de la turbulenta atmósfera de Júpiter, afirma la NASA.
La corriente de chorro recién descubierta, conocidas como ‘aviones’ por los astrónomos, viaja a unos 515 kilómetros por hora, lo que supone el doble que los vientos sostenidos de un huracán de categoría 5. Su ubicación se encuentra a unos 40 kilómetros por encima de las nubes, en la estratosfera inferior de Júpiter.
“Me sorprende que, después de años de rastrear las nubes y los vientos de Júpiter desde numerosos observatorios, todavía tengamos más que aprender sobre Júpiter, y características como este chorro puedan permanecer ocultas a la vista hasta que se tomen estas nuevas imágenes NIRCam en 2022″, concluye Leigh Fletcher, de la Universidad de Leicester.