No es una pastilla: los investigadores hallan la súperfuente de protección frente a la depresión
La ingesta de frutas y verduras tiene gran cantidad de propiedades antioxidantes, además de tener un alto contenido en fibra, vitaminas y micronutrientes.
La depresión clínica es un trastorno del estado de ánimo que se describe como “el hecho de sentirse triste, melancólico, infeliz, abatido o derrumbado”, cuyas sensaciones interfieren con la vida diaria durante un periodo de más de dos semanas, según se especifica en el portal MedlinePlus. Este problema puede afectar a todas las edades y algunos de sus síntomas son agitación, desesperanza, problemas de concentración, aumento o pérdida de peso o problemas para conciliar el sueño, entro otros muchos.
Tres veces más frecuente en mujeres que en hombres
Según datos del Ministerio de Sanidad del año 2017, esta enfermedad es casi tres veces más frecuente en mujeres (58,5 por mil) que en hombres (23,3 por mil). Esta prevalencia aumenta con la edad y la diferencia entre ambos sexos es más acusada en los tramos de edad adulta. En el año 2022, se registraron aproximadamente 2,4 millones de casos en España, la mayor cifra del periodo medido, según el portal Statista.
Este trastorno es muy extendido en prácticamente todo el mundo y si se agrava en el tiempo, puede conllevar importantes problemas para la salud de la persona que lo sufre. Es por ello que investigadores y científicos tienen como objetivo la búsqueda de la mejor forma de prevenirla. Un grupo de investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia) han descubierto que esta enfermedad está altamente relacionada con la alimentación.
Las frutas y verduras, claves en la prevención
En su análisis, han participado 3.400 gemelos, con edades comprendidas entre los 45 y los 90 años, provenientes de cuatro países diferentes. La investigación dio como resultado que, aquellas personas que comían más frutas y verduras tenían menor riesgo de desarrollar indicios de depresión, en comparación con otras personas que tenían una ingesta menor.
La líder de esta investigación, Annabelle Matison, afirmó que “el descubrimiento proporciona solo una razón más para aumentar el consumo de frutas y verduras cuando se tiene 45 años o más”. El motivo principal de los beneficios de las frutas es que estas actúan como antioxidantes y las personas con depresión grave tienen una mayor incidencia de estrés oxidativo e inflación en el cuerpo, en comparación con las personas que no padecen dicha enfermedad.
A estas capacidades antioxidantes se suman otras como su alto contenido en fibra, vitaminas y micronutrientes, especialmente beneficiosos para la salud. En dicho estudio también se observó que, en general, el consumo estaba por debajo de lo recomendado: “Pudimos ver que la ingesta de frutas y verduras en los dos grandes estudios escandinavos era claramente baja. El promedio estuvo por debajo de las recomendaciones de la OMS de ingerir al menos 400 gramos diarios”, afirma la doctora.
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