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Los síntomas del ‘estrés térmico’, el exceso de temperatura que puede llegar a golpe de calor

Un episodio de estas características, motivado por humedad y temperatura altas, produce mareos, taquicardias, dolores de cabeza, náuseas y fatiga, entre otros síntomas.

Los síntomas del ‘estrés térmico’, el exceso de temperatura que puede llegar a golpe de calor
Joaquin Corchero Europa Press

Las temperaturas tan altas que se han registrado a lo largo del último mes de abril, así como la sequía que la acompaña, han hecho de este mes de primavera uno especialmente caluroso. Ello, además de repercutir en las condiciones de los campos de cultivo o de los bosques, también perjudica la salud de las personas.

Ya sólo el último verano fallecieron en España, Francia, Alemania y Gran Bretaña más de 20.000 personas a causa de un “clima extremadamente caluroso”. Así lo han compartido expertos del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal). Y, como consecuencia, han solicitado que se incorpore en las comunicaciones de olas de calor peligrosas los índices de estrés térmico.

¿Qué es el estrés térmico?

El estrés térmico es un tipo de malestar motivado por algún tipo de desajuste en las temperaturas, bien sea porque son excesivamente bajas o altas. Los expertos, en este caso concreto, se refieren a la última de las dos opciones. Y este sucede cuando los mecanismos de termorregulación del organismo no pueden rebajar la temperatura interna del mismo lo suficiente.

Es decir, por norma general, la temperatura media corporal debe rondar los 37ºC. Si esto no es así y los termorreguladores no son capaces de rebajar los grados de calor del organismo, la persona que se encuentre en esta situación está sufriendo un episodio de estrés térmico.

Los síntomas de un cuadro de estas características son diversas.

  • La piel tiende a quedarse fría y mojada, a causa del sudor, además de pálida.
  • Fatiga y debilidad extremas
  • Mareos
  • Taquicardia
  • Náuseas
  • Dolor de cabeza
  • Y puede llegar a la pérdida de conciencia.

Varios factores a tener en cuenta

En el clima intervienen distintos factores. Por eso, los expertos apuntan que no vale únicamente advertir de las temperaturas máximas o mínimas que se van a dar a lo largo de la jornada. “Lo que puede afectar a la respuesta de una persona al calor exterior es el conjunto más amplio de condiciones meteorológicas”, explica el investigador de la London School of Hygiene and Tropical Medicine y la Universidad Ca’ Foscari de Venecia, Malcolm Mistry.

Según este, tanto la temperatura ambiente, “como la humedad del aire circundante, las condiciones de viento reinantes, la exposición al sol directo en lugar de estar a la sombra y, por último, la duración total de la exposición a tales condiciones” son factores determinantes. “Por ejemplo”, detalla, “una misma temperatura ambiente de 35 °C puede ser incómoda con una humedad baja, pero peligrosa para la salud humana con una humedad alta, incluso durante un breve periodo de tiempo”, ha aseverado en declaraciones recogidas por el ISGlobal.

Calculadora del Índice de Calor

La humedad, por tanto, puede resultar determinante para saber qué riesgo de sufrir un episodio de estrés térmico hay. Ello se debe al sudor que desprende el cuerpo humano. A medida que hace más calor, este se evapora y se enfría el organismo. Sin embargo, si la humedad es muy alta, disminuye la velocidad de evaporación y, por tanto, es más difícil evitar ese sobrecalentamiento.

Por ello, la calculadora —disponible a través de este enlace— que han ideado para medir el riesgo de estrés térmico incluye únicamente dos variables: temperatura y humedad relativa. Una vez se introducen los dos datos, la página te devuelve el riesgo de que un episodio de estas características te ocurra y te ofrece una serie de recomendaciones para protegerse de las olas de calor.