Los expertos alertan sobre el ‘hongo de la muerte’: ha mutado y se ha adaptado
Su aspecto inofensivo, su veneno letal y su rápida adaptación al entorno convierten a este tipo de hongo en uno de los más peligrosos del mundo.
El hongo de la muerte, conocido así por las múltiples vidas con las que ha acabado su ingesta, es considerado como una amenaza en la naturaleza. Su aspecto inofensivo ha acabado con la vida de tres miembros de una familia australiana que añadieron este tipo de hongo a su comida sin saber cuál era e verdadero origen del “alimento”.
Su veneno, la α-amanitina, ha acabado con la vida de algunos personajes importantes en la historia de la humanidad como el emperador romano Claudio, enterrado tras la ingesta de este hongo en el año 54, o el papa Clemente VII, que murió en circunstancias similares. Estos ejemplos muestras cómo el veneno no ha reducido su nivel de letalidad con el tiempo. Ahora, los tres miembros de la familia australiana son las víctimas registradas más recientes, hace apenas unas semanas, según informa New Scientist.
Otra cualidad que hace a este hongo letal, aparte de su veneno y su aspecto inofensivo, es su cualidad de adaptación al medio. Se trata de una especie capaz de reescribir sus propias reglas biológicas con tal de poder sobrevivir en entornos diferentes. Su preservación en árboles y plantas trasladados a otros continentes facilitaron la propagación del hongo de la muerte por todo el mundo.
No notas su veneno
El veneno que esta especie esconde en su interior es casi impredecible una vez llega al organismo. Este tipo de veneno bloquea la producción de proteínas, condenando a las células al colapso. Una vez ingerido el hongo, la víctima no nota nada extraño en su cuerpo hasta que cae en un sufrimiento hepático, muchas veces mortal.
Su capacidad evolutiva la ha hecho visible en Norteamérica, Australia, Asia y Sudáfrica, permitiendo asentar sus raíces de árboles importados. La micóloga Anne Pringle, hizo una demostración de cómo estos hongos podían forjar nuevas alianzas ecológicas. Su investigación se basó en la adaptación del estilo de vida del hongo a árboles foráneos.
En California, investigadores han encontrado a varios de estos hongos reproduciéndose de manera individual, es decir, producen sus propias esporas sin pareja, permitiéndoles multiplicarse sin la necesidad de que haya más como ellos alrededor. Se trata de una calidad evolutiva ideal para una especie invasora como esta.
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A pesar de su letal reputación, los científicos están investigando cómo utilizar las cualidades de bloqueo de proteínas de su veneno con fines medicinales. Su uso estaría destinado a convertirse en un arma terapéutica que atacase las células cancerosas con una gran precisión.
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