Las predicciones de un científico en 1925 que se han hecho realidad un siglo después: fueron catalogadas como “horrores”

Archibald Montgomery Low (1888-1956) fue un ingeniero consultor, físico investigador e inventor inglés, conocido como el “padre de los sistemas de guía por radio”. Desarrolló el primer avión no tripulado con motor y trabajó en sistemas de control remoto para aviones, torpedos y cohetes.

También fue un autor prolífico, escribiendo más de 40 libros sobre ciencia y tecnología. Low fue pionero en muchos campos, incluyendo la televisión, en la que trabajó antes de la Primera Guerra Mundial. Aunque muchos de sus contemporáneos no lo apreciaban debido a su amor por la publicidad y su uso del título “profesor” sin tener una cátedra académica, sus contribuciones a la ciencia y la tecnología fueron significativas.

Las predicciones que sí se han hecho realidad

Lo que más ha llamado la atención han sido sus predicciones, realizadas en 1925, y que muchas se han hecho realidad 100 años después. Como la radio - despertador, ver acontecimientos en directo a través de la televisión, las escaleras mecánicas, o las comunicaciones personales a través de radios.

También acertó que las mujeres usarían pantalones y se convertiría en la norma (1924) y la determinación del sexo antes del nacimiento (1926), son de las predicciones más acertadas.

También acertó el futuro de la energía eólica marina y solar: “el viento y las mareas también se pondrán al servicio del hombre”. Además, el avance tecnológico era algo que ya se palpaba: “la vida será mucho más fácil gracias al uso de maquinaria que realizará todo el trabajo pesado y desagradable”.

Como experto en medios de comunicación avanzó justo hace un siglo que habría altavoces domésticos y “una máquina de televisión” reemplazarían al “papel ilustrado” (los periódicos) para la información y el entretenimiento; que el acceso a la transmisión global se realizaría con solo presionar un botón; y que habría cámaras secretas y dispositivos de escucha para atrapar criminales.

Lo que no acertó

Las aceras móviles aún tienen que esperar, que todos llevemos un traje de una pieza tampoco ha resultado, ni que llevemos un sombrero de fieltro, un clásico que sin embargo no ha calado en el siglo XXI.

Algunas de las imaginaciones más extravagantes fueron las nuevas formas de iluminar las calles con hierbas (1926), los chorros de agua cargados eléctricamente para reemplazar a la caballería (1923) y la comunicación eléctrica de mente a mente (1925).

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