La megaconstrucción submarina más larga y profunda del mundo ya está en marcha y se desarrolla durante las 24 horas del día
Noruega avanza en Rogfast, un proyecto de ingeniería extrema que conectará islas y continente a casi 400 metros bajo el mar.

Noruega está llevando a cabo una de las obras más impresionantes de toda su historia. En estos momentos está levantando Rogfast, el que apunta a ser el túnel de carretera submarino más largo y profundo del planeta. Con 26,7 kilómetros de longitud y un punto mínimo situado a 392 metros bajo el mar, esta vía atraviesa el fiordo de Boknafjord para unir Randaberg y Bokn, lo que eliminará la dependencia de los ferris y mejorará la conexión entre las islas noruegas y el continente europeo.
Este megaproyecto de ingeniería forma parte de la futura autopista E39, una ruta estratégica de 1.100 kilómetros que aspira a unir el sur y el norte del país sin interrupciones marítimas. De todo el plan, Rogfast se considera la pieza más compleja de todas, ya que reducirá el trayecto actual a solo 35 minutos gracias a sus dos tubos gemelos de circulación unidireccional.
El coste estimado de la obra supera los 20.600 millones de coronas noruegas (unos 1.750 millones de euros) y, pese a haber realizado una pausa en 2019 por sobrecostes, la construcción se reanudó en 2021 sin interrupciones. Hoy por hoy, los equipos siguen trabajando día y noche con el objetivo de abrir el túnel al tráfico en 2031, aunque la puesta en servicio total podría alargarse hasta 2033.
- Te puede interesar: Instalan paneles solares en los Alpes suizos y el experimento sorprende a los expertos: se multiplica el rendimiento energético.
Se espera que el túnel empiece a funcionar en 2031
Como podéis suponer, la complejidad técnica de este proyecto es extrema. La excavación avanza a través de roca madre de gneis y granito, alternando con fallas y materiales más blandos que requieren refuerzos constantes para evitar filtraciones y derrumbes. El método empleado en la obra es perforación y voladura: centenares de taladros robotizados se cargan con explosivos cada día, y la ventilación elimina los gases antes de retirar los escombros y continuar el ciclo.
A ello hay que sumarlo la creación de un intercambiador subterráneo a 250 metros de profundidad que conectará con la isla de Kvtsøy, así como una compleja red de pasos transversales cada 250 metros y sistemas de ventilación capaces de gestionar el aire y el humo en un entorno tan profundo. Se estima que al acabar se habrán extraído unos diez millones de metros cúbicos de roca, que se están reutilizando en otras obras y rellenos costeros.
Noticias relacionadas
Uno de los elementos más innovadores del proyecto es el control digital. La plataforma Tunneling Intelligence, de la empresa Epiroc, monitoriza en 3D la posición de las máquinas, anticipa riesgos laborales y permite actualizar los planes de excavación en tiempo real. Este sistema centraliza alarmas, protocolos de emergencia y datos de operación, convirtiendo a Rogfast en un referente mundial de digitalización aplicada a grandes infraestructuras.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí




Rellene su nombre y apellidos para comentar