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CIENCIA

La mancha solar que preocupa a los científicos

La mancha tiene un tamaño cuatro veces mayor al de la Tierra, y está alineada con nuestro planeta. Preocupa a los científicos una posible llamarada de clase X.

La mancha solar que preocupa a los científicos
Wikimedia Commons

Una mancha solar es una región del Sol más oscura, dado que tiene una temperatura más baja que sus alrededores, y cuenta con una intensa actividad magnética. Su duración se extiende por varios días, aunque en caso de ser más grandes, suelen durar más de una semana.

Sin embargo, hay determinadas manchas que pueden suscitar mayor preocupación que otras. Es el caso de la última detectada. Conocida como ‘AR3310′, no sólo genera inquietud en la comunidad científica por su enorme tamaño (cuatro veces mayor al de la Tierra), sino también por el hecho de estar alineada con nuestro planeta y la posibilidad de que pueda generarse una llamarada de clase X.

Tal y como informa en un comunicado la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), que monitorea el clima en el Espacio, existe un existe un 20% de probabilidades de que pueda producirse dicha llamarada. Este organismo, según especifica el portal ‘spaceweather.com’, clasifica las llamaradas solares tanto por fuerza, como por la cantidad de rayos X liberadas al Espacio. La NOAA clasifica en tres las llamaradas, siendo la C de menor intensidad; y la X de mayor tamaño.

Por su parte, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), clasificó esta llamarada dentro de la categoría X1.2. “La clase X denota los destellos más intensos, mientras que el número proporciona más información sobre su fuerza”, explicaron. Las llamaradas, según la NASA, pueden afectar a las comunicaciones por radio, redes de energía eléctrica, señales de navegación y puede presentar riesgos para los astronautas.

De hecho, no es la primera vez que tienen lugar en el sol este tipo de manchas. Cada diez años, diferentes organismos advierten de la aparición de este tipo de manchas, así como del incremento de llamaradas solares. La última llamarada, que tuvo lugar el pasado mes de febrero y afectó a Sudamérica con numerosas interferencias de radio, se produjo como consecuencia de una liberación intensa de radiación electromagnética.

Las manchas solares aparecen, crecen, cambian de dimensiones y de aspecto y luego desaparecen tras haber existido tras una o dos rotaciones solares. Con respecto a las erupciones solares, constituyen una liberación súbita e intensa de radiación electromagnética en la Cromosfera del Sol, con una energía equivalente a unas 1.000 millones de bombas de hidrógeno.

La sonrisa del Sol que también alertó a los científicos

El pasado 27 de octubre la NASA compartió una imagen en la que se puede ver al Sol esbozando lo que parece una amplia sonrisa. Sin embargo, esas manchas oscuras que se pueden ver en la fotografía son agujeros coronales “y son regiones donde el viento solar rápido brota hacia el Espacio”, según explicó el organismo norteamericano a través de su perfil de Twitter.

Por norma general, los efectos de este tipo de fenómenos no suelen llegar nunca a la Tierra, debido a que la capa de la magnetosfera se encarga de proteger al planeta de las partículas que desprende el Sol. Sin embargo, puede ocurrir que, en ocasiones, el planeta sufra las consecuencias de una onda hecha de radiación y viento solar fruto de la estrella.