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CIENCIA

La ciencia establece cuál es la mejor hora para hacer exámenes y en la que mejores notas se obtienen

Científicos de la Universidad de Granada (UGR) y de la Universidad de Bologna (UNIBO) han determinado que las 13.30 horas es la hora donde se obtuvieron las mejores notas.

La ciencia establece cuál es la mejor hora para hacer exámenes y en la que mejores notas se obtienen
María José López Europa Press

Más de 250.000 estudiantes se han enfrentado este mes de junio a la Selectividad, una prueba obligatoria para los y las alumnas de Bachillerato, o con títulos equivalentes, que quieren acceder a una carrera universitaria. En ella, el ritmo circadiano, el reloj biológico que marca el ritmo de la actividad humana según las horas del día, es importante para determinar la manera en que los seres humanos desarrollan su actividad.

En la mayoría de las comunidades autónomas el primer examen comienza a las 9.30 horas, con un descanso de una hora que dará paso a la segunda y última prueba de la mañana, que termina a las 13.30 horas. Precisamente esta es la hora en la que los alumnos logran mejores notas, según un estudio en el que se han analizado medio millón de estudiantes.

Sistema de educación superior de Reino Unido

Científicos de la Universidad de Granada (UGR) y de la Universidad de Bologna (UNIBO) han utilizado el sistema de educación superior británico para su estudio por las características más subjetivas del método de examen. Este cuenta con una peculiaridad desde los últimos años, ya que la elección de la hora del examen se realiza a través de un sistema informático.

De esta manera, tanto profesores como alumnos se enteran al mismo tiempo de cuándo es el examen, que sólo se podrá realizar -por ley- en tres horas prefijadas: las 9.00, las 13.30 y las 16.30 horas. Un hecho que ha sorprendido al alumnado español.

13.30 horas, la mejor hora

La investigación se centra en este sistema educativo porque el azar informático (con la excepción de ciertas variables como los espacios disponibles, el número de estudiantes de un examen concreto y la duración del examen principalmente) suprime cualquier condicionamiento humano que hubiera podido tomar decisiones como, por ejemplo, situar los exámenes difíciles a primera hora.

Después de haber analizado los exámenes que 51.555 estudiantes realizaron entre 2014 y 2020, los resultados demuestran que a las 13.30 horas se obtuvieron las mejores notas. Seguido de este horario, el de la tarde (16.30 horas) fue por muy poco el siguiente mejor.

Conclusión

El más tempranero de todos, el de las 9.00 horas, era el que menos convenía a los estudiantes. “Nuestras estimaciones señalan que el desempeño promedio de los estudiantes, asignados casi aleatoriamente a exámenes en distintos momentos del día, sigue una relación en forma de U-inversa”, argumenta Alessio Gaggero, investigador del departamento de Métodos Cuantitativos para la Economía y la Empresa de la UGR y autor principal del estudio, que se ha publicado en la revista The Economic Journal (Oxford University Press).

La conclusión del estudio es contundente: el mediodía es la mejor hora en la que pueden hacer un examen las alondras y los búhos. Cabe destacar que los científicos utilizan los nombres de estos animales para referirse de manera coloquial a las personas con un reloj biológico matutino o uno vespertino, respectivamente.

Otros factores que pueden influir

Pese a todo ello, a la hora de identificar los efectos de qué hora del día es más interesante para el alumno, los investigadores sugieren que hay otros tres factores que también pueden influir: la exposición a la luz solar, el tipo de tarea cognitiva y la edad del alumno.

En relación a la luz, las diferencias en los resultados son más significativas entre los distintos horarios en los exámenes de invierno. Es decir, a días menos luminosos, más se percibe un mejor rendimiento a mediodía. En lo que se refiere a los tipo de tarea cognitiva, la mejora de rendimiento es más palpable en los exámenes en los que se requirió “inteligencia fluida”. Por último, los estudiantes menores de 20 años son también los más sensibles a tener diferente rendimiento según la hora.