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Harvard explica por qué no deberías ducharte todos los días

Síntomas como la irritación, picazón, infecciones en la piel e incluso reacciones alérgicas, son más frecuentes si la ducha se realiza a diario.

Hasta en la ducha se puede usar este altavoz

Siempre se asocia la ducha como el mejor método para eliminar las toxinas y bacterias que viven en nuestra piel. Con agua fría, ésta ayuda a fortalecer el sistema inmunitario y a mejorar la circulación sanguínea mientras que con agua caliente, contribuye a relaja los músculos y a aliviar el dolor de cabeza.

Aun así, existen divergencias acerca del periodo más beneficioso para asearnos. Por un lado, aquellos que defienden la ducha diaria detallan que supone la obtención de efectos positivos sobre la salud, como medida de higiene, además de energizante natural. Sin embargo, expertos de la Universidad de Harvard no comparten la teoría de que la ducha diaria sea beneficiosa para nuestro cuerpo, sino todo lo contrario.

En este sentido, sostienen que la ducha diaria sería perjudicial a medio y largo plazo para la piel y/o el cabello si se hace un uso abusivo de acondicionadores, champús y jabones. Los síntomas más frecuentes serían algunos como la irritación o la picazón, pero no serían los únicos. A eso, según los científicos, se le sumarían las infecciones en la piel e incluso, una mayor probabilidad de padecer reacciones alérgicas.

Por otra parte, también existirían problemas en caso de que una persona acumule días consecutivos sin ducharse. La sequedad, y la acumulación tanto de grasa, como células sucias y muertas de la piel, serán las consecuencias más inmediatas en caso de un aseo escaso. En resumen, y siempre según la ciencia, lo más recomendable es ducharse varias veces por semana, pero no hacerlo a diario y tampoco procrastinar esta tarea reiteradas veces.

La ducha diaria, recomendable bajo una única excepción

La ducha diaria sólo sería recomendable para enjabonar zonas como axilas e ingles, ya que la piel tiene la capacidad de liberar sustancias para mantener su buen estado. Sobre el tiempo que debemos permanecer duchándonos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que no debemos exceder los cinco minutos de aseo.

Primero, para garantizar el ahorro de agua y luego, para evitar que los microorganismos que cuidan nuestra piel resulten dañados. Otro de los efectos nocivos de una ducha larga y diaria puede ser el de la piel seca y agrietada, ya que se convierte en una a puerta de entrada para las bacterias y los alérgenos, así como la aparición de enfermedades dermatológicas. A la hora de ducharnos, los expertos recomiendan el agua tibia.