Hallazgo sobre la ‘montaña gigante’ de Marte
El Olympus Mons, la montaña más grande conocida de todo el Sistema Solar, podría haber sido una isla volcánica sobre un único océano gigante en el planeta vecino.
Cuando se consiguió descubrir por primera vez cómo era Marte la sorpresa fue mayúscula. El ser humano había llevado la exploración a una fase inédita: a otro planeta. Poco a poco van goteando los nuevos descubrimientos que se hacen del planeta vecino, todos sobre una superficie rojiza que sigue siendo una gran desconocida 26 años después de que el Sojourner aterrizara en el suelo marciano. El último afecta directamente al poderoso Olympus Mons, que no es sino la montaña más alta conocida de todo el Sistema Solar.
La evidencia científica permite saber que se trata de un volcán extinto. Su altura supera los 25 kilómetros y su base se extiende más de 600. Es decir, casi la península ibérica de norte a sur. Se sabe que en la cima hay una caldera volcánica que vivió su última erupción hace unos 25 millones de años. Al lado del gigante rocoso, otra meseta volcánica con otros tres volcanes: Arsia, Pavonis y Ascraeus. Ahora, a través de las similitudes que presenta el Olympus con otras islas volcánicas terráqueas, un estudio ha creído encontrar el hilo que une todas las piezas del puzle.
Una antigua isla donde ahora hay un volcán
Ha sido un equipo de la Universidad Paris-Saclay francesa, encabezado por Anthony Hildenbrand, quienes han formulado la teoría y publicado en el Earth and Planetary Science Letters. Primero resultó llamativa la forma de acantilados gigantes, de hasta 6 kilómetros, que rodean el Olympus. Después fue la forma de estos escarpes, que parecían haberse formado allí donde la lava que expulsase se unía al agua del también extinto océano. Un proceso natural, solitario y extraordinario que había ocurrido hace unos 3.700 millones de años.
Entonces la relación ha saltado a los ojos de los investigadores como la respuesta de un acertijo que uno lleva mucho tiempo intentando adivinar: de forma sorprendente y evidente. La parte superior de los acantilados estaría marcando una antigua costa, que ha llegado a día de hoy en forma de profundas depresiones en las inmediaciones del Olympus. Y similares formas se encuentran en las tres formaciones montañosas cercanas. El dibujo está claro: se trata de un archipiélago volcánico.
El océano gigante que se extinguió
Según ha concretado Hildenbrand a Space, y contando con que los volcanes se formaron sobre puntos calientes en los que la convección provoca que el magma de mayor temperatura se eleve, “la hipótesis más probable es que hubo columnas regionales distintas debajo de Olympus y Alba (otra montaña), separadas en la superficie por cientos de kilómetros”. Esto hizo que la superficie saliera hacia afuera. Y así nació la meseta que franquea el titán rocoso más grande del Sistema Solar.
Estos movimientos, cuyo calado tectónico y volcánico es de unas dimensiones impensables, desplazó el océano. Como por arte de magia la isla se transformó en volcán solitario. Ya había teorías acerca de diferentes masas de agua gigantes en Marte, pero Hildenbrand, formulación en mano, viene a corregir el plural: sólo hubo una. Millones de años después, ya no queda rastro ni del océano ni de la isla. Sólo un volcán que permanece solitario y en taciturno, cuyas piedras todavía esconden los secretos científicos de aquel pasado perdido en el universo.