Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

CIENCIA

Hallan un misterioso ‘donut’ en Marte

El Rover que explora la superficie del planeta ha captado imágenes de una peculiar piedra con forma redonda y un agujero en el centro

Hallan un misterioso ‘donut’ en Marte

En Marte hay un donut. No se come -que se sepa-, pero está ahí. El Rover lo ha captado claramente con sus cámaras de alta (altísima) definición. Se trata de una roca -así que igual es más bien indigesta- con la forma casi exacta del famoso bollo. Una circunferencia con un agujero en el centro. Los medios estadounidenses se han mostrado muy interesados en el fenómeno. A falta de una bandera ondeando como la que hay en la luna, por lo menos pueden decir que tienen un donut en el planeta rojo.

No obstante, hay otro gremio -uno, quizás, más importante en el asunto- que no ha compartido el entusiasmo de la prensa. El de los científicos. Más concretamente el de los científicos que conducen el Rover. Tan poco les ha impresionado el avistamiento que ni siquiera han querido desviar el rumbo del robot para echarle un vistazo de cerca a la pieza de repostería intergaláctica. “De verdad, que no es para tanto”, han venido a decir los de la Nasa.

Pero muchos discrepan. Porque no son los dulces espaciales una cosa que convenga tomar a la ligera. “¿Qué es eso?”, demanda saber el pueblo norteamericano. “Pues una roca”, no paran de repetir los responsables de la misión marciana. Es verdad que, desde luego, parece una roca. Una roca deliciosa, pero una roca al fin y al cabo. Aunque hay cierto desacuerdo respecto al origen.

Meteorito sí, meteorito no...

Entendidos como el científico planetario Pascal Lee opinan que tiene toda la pinta de ser un meteorito -esto implicaría que en Marte literalmente llueven donuts, lo que confirmaría a su vez que nos hemos equivocado de planeta- o, en su defecto, una piedra que fue arrastrada hasta el lugar por la onda expansiva de un asteroide caído del cielo -¿un segundo donut? ¿una ensaimada tal vez? Nadie lo sabe-.

Jim Rice, de la Universidad de Arizona -otro entendido- afirma, por el contrario, que de ninguna de las maneras. Que el donut no puede ser un meteorito. Él es de la opinión de que se trata de una peña normal y corriente que ha sufrido una singular erosión por parte del viento. En cualquier caso, no parece que vaya a resolverse el debate, pues el robot ya ha puesto rumbo a otra zona y no hay previsión de que se recojan muestras. El mundo se tendrá que quedar con las ganas de saber si Marte fue, hace largo tiempo, el hogar de una estirpe alienígena de pasteleros.