El peligro oculto para la salud de los cabezazos en el fútbol

Un estudio publicado en la revista científica Lancet Neurology, realizado por el Hospital Clínic de Barcelona y su instituto de investigación IDIBAPS, apoyados por la Universidad de Barcelona ha observado que los golpeos de cabeza en el fútbol se han incrementado durante los últimos años y alertan del riesgo de sufrir enfermedades neuronales a largo plazo por culpa de golpear balones con la cabeza habitualmente. Este estudio se centra en los futbolistas profesionales y pone la lupa en 4 mundiales de fútbol de los últimos 50 años.

“Los jugadores de fútbol tienen un número más aumentado de golpes de cabeza, lo que hace que tengan un posible mayor riesgo de sufrir a largo plazo enfermedades neurodegenerativas”, como alzhéimer, párkinson o ELA” ha explicado Àlex Iranzo uno de los directores del grupo de investigación de neurofísica de Hospital Clínic.

En la rueda de prensa en la que han explicado la investigación, han adelantado que esto puede servir como antecesor de un estudio más profundo acerca de las lesiones que provocan los golpeos de cabeza en el fútbol. Además, ha invitado a hacer lo que ha denominado como “una neuroprotección con medicamentos y otras actividades”, es decir, intentar buscar alternativas a los golpeos de cabeza en el deporte.

1.000 cabezazos de diferencia

La investigación ha analizado 120 partidos de cuatro mundiales de fútbol: Alemania 1974, Italia 1990, Alemania 2006 y Catar 2022. Entre los dos primeros sumaron un total de 4.478 golpeos de cabeza, en los segundos, ya en el siglo XXI, contaron 5.355 golpeos de cabeza. Lo que supone un incremento de más de 1.000 impactos (tanto entre cabezazos a la pelota como en cabezazos entre los jugadores) que demuestra que el estilo de juego ha cambiado y ahora es mucho más común jugar con la cabeza.

Según los investigadores, el fútbol se ha vuelto “más agresivo, competitivo y físico”. Por lo tanto, explican que cuando se producen conmociones cerebrales reiteradas, como ocurren en los golpeos de cabeza, “mueren células y se acumulan proteínas nocivas, como beta amiloide”, una proteína que es la causante del desarrollo del alzhéimer.

Medidas para minimizar los impactos

Los investigadores han explicado que lógicamente no hay que ser alarmistas, porque no se trata de un problema, pero sí señala que hay que ser conscientes de la evolución. Por ello, han propuesto una serie de medidas preventivas para evitar que se produzcan este tipo de impactos. Asegura que se debe de educar desde una edad temprana a aquellas personas que practiquen fútbol para que eviten golpes “deliberados” y propones también reducir la cantidad de partidos que juegan los profesionales para minimizar la cantidad de impactos.

En varios países, ya han puesto en marcha varias medidas para proteger a los niños de los impactos con la cabeza. Por ejemplo, en Australia y en Estados Unidos se les prohíbe a los jugadores menores de 12 años golpear el balón con la cabeza.

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