El orangután Rakus, el primero al que han visto curarse una herida con una planta medicinal
Un grupo de investigadores observó como el animal masticó hojas de F. tinctoria para sacarle el jugo y aplicarse sobre una úlcera.
Rakus, un orangután de Sumatra (Pongo abelii), se peleó en 2022 a voces y después a golpes contra otro macho que le dejó una herida bastante fea bajo el ojo. En plena selva de Gunung Leuser, lejos de algún centro de salud y quizás debido a la congestión de la atención primaria, Rakus decidió tratarse él mismo aplicando en la herida una planta medicinal.
El orangután arrancó hojas de F. tinctoria y las masticó durante un rato. Después, aplicó el jugo de la planta sobre la herida hasta crear un emplasto con el que cubrió la úlcera. Semanas después, la herida de Rakus había desaparecido y solo le quedó una pequeña cicatriz. Según el estudio que recoge el proceso de curación del orangután, es la primera vez que se consigue registrar esta conducta en un animal.
No es nuevo que un animal se automedique, pero sí que es excepcional la forma en lo que lo ha hecho Rakus y haber podido registrarlo. Hay varias formas de automedicación, pero las conductas terapéuticas y las profilácticas (ingesta de alimentos para prevenir problemas de salud) son difíciles de ver.
La investigación se centró en Rakus el 22 de junio de 2022, el día en el que se le vio la herida por primera vez, tras enzarzarse con otro macho. El 25 de junio, “Rakus comenzó a alimentarse del tallo y las hojas de la liana de Fibraurea tinctoria”, una planta que forma parte de la dieta de los orangutanes de la zona. “Trece minutos después de que Rakus comenzara a alimentarse de la liana, comenzó a masticar las hojas sin tragarlas y a usar sus dedos para aplicar el jugo de la planta de su boca directamente sobre su herida facial. Este comportamiento se repitió varias veces y duró siete minutos”, explica el estudio, que lamenta no haber podido tomar fotografías ni vídeos del momento del tratamiento de la herida.
Los investigadores observaron a Rakus durante los siguientes días, y las heridas “no mostraron ningún signo de que se infectaran”. “Para el 19 de julio de 2022, la herida parecía haber sanado por completo y solo quedaba una leve cicatriz”. Rakus se curó en menos de lo que se tarda en conseguir una buena cita médica.
¿Qué hay de nuevo en este estudio?
Además, se observó que el animal durmió más de lo habitual durante el proceso de curación, algo que pudo beneficiarle porque “la liberación de la hormona del crecimiento, la síntesis de proteínas y la división celular aumentan durante el sueño”. Así, el estudio concluye que, hasta donde saben, se trata de “la primera documentación sistemática del supuesto tratamiento activo de heridas con una sustancia vegetal biológicamente activa en grandes simios y otras especies no humanas”.
La automedicación animal existe y se divide en cinco categorías, según el estudio:
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