El nuevo suplemento para las vacas pone en alerta a la comunidad científica
Este nuevo suplemento se utiliza para reducir el metano que emiten estos animales y es junto a CO₂ uno de los gases de efecto invernadero más potentes.
Es muy habitual que en la alimentación del ganado se añadan suplementos para mejorar la calidad o para eliminar bacterias y microbios que más adelante pueden ser un problema tanto para los animales como para quien finalmente lo consuma. Es el caso del suplemento Boaver 10, un compuesto químico que se infiltra en el alimento de las vacas para reducir su producción de metano.
El Boaver 10 está compuesto por dióxido de silicio (básicamente arena), propilenglicol (un estabilizador de alimentos) y el compuesto activo 3-nitrooxipropanol (3-NOP). Este último componente es el que ha causado tanto revuelo por la preocupación que genera que el 3-NOP acabe en los productos derivados de ese animal.
Un suplemento para reducir las emisiones de metano
Ese es precisamente el motivo por el que se ha introducido el 3-NOP en la alimentación de las vacas. El gas metano, junto al dióxido de carbono, es uno de los gases que producen el famoso efecto invernadero. Aunque el nivel de producción es menor, sus efectos sobre el ecosistema y el aumento de las temperaturas, es mucho más potente que el CO₂.
El ganado bovino produce grandes cantidades de metano y la producción de carne y derivados de las vacas es cada vez mayor debido a la demanda en auge de la población. Cada vez hay más gente en el mundo que demanda carne a diario y por ello las explotaciones ganaderas cada vez tienen más animales y, por lo tanto, la cada vez se genera más gas metano.
Esto supone un claro problema para el medio ambiente y los científicos han trabajado durante años para conseguir reducir las emisiones de metano de las vacas. Y precisamente el 3-NOP es el componente que consigue reducir que las vacas emitan ese gas, concretamente impide que las bacterias que generan metano en el estómago de las vacas, dejen de producirlo.
El metano no está presente en las vacas, sino que proviene de los microbios que viven en su sistema digestivo. Gracias al 3-NOP, las enzimas que sintetizan el metano dejan de hacerlo.
El problema con este componente es principalmente la desconfianza de la población en este tipo de aditivos químicos. Sin embargo, ya ha sido probado y no ha generado ningún tipo de problema, además que ningún ser humano que consuma carne o leche procedente de vacas alimentadas con este suplemento estará expuesto a él. Ya que durante la digestión de la vaca se metaboliza completamente.
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