Descubren como retrasar el envejecimiento de la piel
Científicos del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona desvelaron que el proceso pasaría por el bloqueo de la proteína IL-17, clave para determinadas funciones vitales del organismo.
Los avances y los hallazgos no dejan de sucederse en el campo de la ciencia. El último fue protagonizado por científicos del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona, en colaboración con el Centro Nacional de Análisis Genómica, para encontrar la clave para retrasar el envejecimiento de la piel.
El estudio, publicado en la revista ‘Nature Aging’, se prolongó durante año y medio para analizar los cambios experimentados por las células durante el proceso de envejecimiento. Según los autores, está caracterizado por “cambios estructurales y funcionales que contribuyen a la fragilidad asociada a la edad”. A través de la secuenciación de ARN de las células, pudieron encontrar qué proteínas juegan un papel clave en ese proceso.
Los investigadores realizaron el experimento con ratones para comprobar el motivo que provocaba la mayor presencia de la proteína IL-17, clave para algunas de las funciones vitales del organismo. “Hemos visto que bloqueando esta proteína se ralentiza la aparición de varias deficiencias asociadas a la piel envejecida”, expresó Aznar-Benitah, coautor de la investigación. “La piel dejaba de perder agua, es decir recuperaba el nivel de hidratación de una persona mucho más joven (una piel asociada a una persona de 70 años pasaba a tener el aspecto de una de unos 40″, explica.
Los científicos, al inhibir de forma temporal la acción de la interleucina-17, hallaron que el proceso “ofrece beneficios que pueden ser interesantes a nivel terapéutico”, aunque no podría aplicarse de forma permanente. El mencionado doctor del IRB Barcelona aseguró que, a su vez, el descubrimiento “abre nuevas posibilidades para tratar algunos de los síntomas o facilitar la recuperación de la piel después de la cirugía”.
Mediante el bloqueo de la proteína, los trabajadores observaron una clara mejora en varios parámetros en los que se basó la investigación, que eran el crecimiento del folículo piloso, la pérdida de agua transepidérmica, la cicatrización de heridas y los marcadores genéticos de envejecimiento. Con esa segunda mejora, según Aznar-Benitah, la piel recuperaba niveles de hidratación importantes y se corregían algunos efectos de la senectud.
La conclusión principal sobre la piel envejecida
Los autores de la investigación centraron el foco en los efectos más inmediatos de la piel envejecida, e insistieron en la necesidad de continuar con las investigaciones. “Nuestros resultados indican que la piel envejecida muestra signos de inflamación crónica y que el aumento de la señalización de IL-17 podría ser el objetivo para prevenir las enfermedades de la piel asociadas con la edad”, sentenciaron.