Científicos resuelven el misterio de la roca más grande jamás encontrada a 200 metros de altura: la culpa fue de un megatsunami
La roca Maka, de aproximadamente 1.200 toneladas de peso, fue arrastrado por un tsunami al interior de la isla.


En lo alto de un acantilado de 36 metros de altura de Tonga (Polinesia, océano Pacífico) hay una enorme roca que nadie sabe de dónde ha salido. Se llama peñasco Maka y, aunque ya está cubierta por vegetación, no pinta absolutamente nada en el lugar donde se encuentra. Es casi un intruso. Está fuera de lugar, porque su origen estaría, en principio, en el borde del acantilado de la isla, pero ahora yace 200 metros tierra adentro. Y pesa casi 1.200 toneladas.
Ahora, un grupo de científicos ha dado con la resolución de este misterio: una ola gigante impactó contra ella cuando se encontraba en lo alto del acantilado y la desplazó hasta el interior de la isla. Mediante modelos numéricos, los investigadores concluyeron se necesitaron “alturas de ola de aproximadamente 50 metros y períodos de 90 segundos para transportar el peñasco desde su origen en el borde del acantilado”.

Lo que ocurrió, según los científicos, fue “el resultado de un evento de tsunami desencadenado por un deslizamiento de tierra” hace casi 7.000 años.
“Creamos un modelo 3D y luego regresamos a la costa para encontrar el lugar de donde podría proceder la roca, en un acantilado a más de 30 metros sobre el nivel del mar”, explica en un comunicado el doctorando Martin Köhler, de la Facultad de Medio Ambiente de la Universidad de Queensland.
El peñasco Maka es la roca de cima de acantilado más grande del mundo y una de las rocas costeras de mayor magnitud del planeta. Probablemente, fue esa ola la que la desplazó tierra adentro. Tonga es un lugar que históricamente ha sufrido tsunamis provocados por erupciones volcánicas a lo largo de la dorsal submarina de Tofua y la fosa de Tonga.

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“Nuestros resultados indican que la roca probablemente fue desplazada por un tsunami por deslizamiento de tierra, en lugar de las típicas olas de tormenta o tsunamis generados por terremotos, pero se requiere más investigación para modelar el tamaño del deslizamiento de tierra necesario para generar olas tan extremas o para determinar el origen del tsunami”, concluye el estudio.
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