Astrónomos españoles detectan volcanes de hielo en el cometa 3I/ATLAS: “Una especie de eslabón perdido”
El tercer visitante interestelar conocido exhibe un criovulcanismo similar al de objetos que orbitan más allá de Neptuno, como Plutón.

Nuevas observaciones realizadas desde España han revelado la presencia de criovulcanismo (volcanes de hielo en erupción) en el cometa 3I/ATLAS, un fenómeno que arroja luz sobre la composición y el comportamiento de estos misteriosos objetos cósmicos.
El cometa fue descubierto el pasado 1 de julio y alcanzó su punto más cercano al Sol a finales de octubre. Ahora, mientras se aproxima a la Tierra, los astrofísicos aprovechan esta oportunidad única para estudiar cómo se transforma un objeto procedente de otra región del cosmos al interactuar con el Sol.
Un descubrimiento desde observatorios españoles
Josep Maria Trigo Rodríguez, investigador del Instituto de Ciencias del Espacio (CSIC) y del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC), lidera el equipo que monitoriza al cometa prácticamente cada noche. Utilizando tres telescopios, incluido el telescopio robótico Joan Oró del Observatori del Montsec, han identificado múltiples chorros que emergen del núcleo del cometa, así como su característica anticola.
En un estudio realizado por su equipo y publicado recientemente en el repositorio Arxiv, se presentan evidencias de un nuevo tipo de criovulcanismo en 3I/ATLAS. A diferencia de los volcanes terrestres que expulsan lava, estos volcanes de hielo liberan sustancias volátiles como agua, amoníaco y metano en estado líquido o gaseoso a temperaturas extremadamente bajas.
Un mecanismo químico sorprendente
El mecanismo propuesto por los investigadores es fascinante. Según explica Trigo, el cometa contiene hielo de agua e hidrocarburos que, al acercarse al Sol, experimentan reacciones químicas conocidas como reacciones Fischer-Tropsch. Estas reacciones generan la energía necesaria para impulsar violentos chorros de gas que arrastran fragmentos de hielo, metales y partículas de polvo.
Este tipo de criovulcanismo es precisamente el que cabría esperar de otros cuerpos helados que orbitan más allá de Neptuno, como Plutón, lo que sugiere que 3I/ATLAS podría ser un “eslabón perdido” que escapó de su sistema planetario original antes de sufrir alteraciones significativas.
Desmontando teorías extraterrestres
Las características inusuales del cometa, como la presencia de metanol, hidrocarburos y una sobreabundancia de níquel en su coma, han alimentado especulaciones sobre su posible origen artificial. El científico de Harvard Avi Loeb ha defendido la hipótesis de que podría tratarse de una nave extraterrestre, algo que la NASA, la ESA y otros centros de investigación han desmentido repetidamente.
Trigo es contundente al respecto: “Es un cometa peculiar, pero no un objeto artificial”. El científico explica que su investigación demuestra que las supuestas anomalías se explican perfectamente mediante la química que actúa en asteroides y cometas con hielos y minerales reactivos.
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Para el investigador, 3I/ATLAS representa una oportunidad extraordinaria para comprender la formación de cuerpos planetarios en sistemas estelares lejanos y confirma que, aunque la naturaleza siempre sorprende, la ciencia tiene las herramientas para desentrañar sus misterios.
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