Así era el Gigantopithecus blacki, el mayor simio que pisó la Tierra: medía 3 metros y pesaba 300 kilos
Investigadores chinos, australianos y estadounidenses desvelaron que el Gigantopithecus blacki se extinguió ante su incapacidad de adaptarse a los cambios en su entorno.
Incapacidad de adaptarse a los cambios medioambientales en su hábitat, a diferencia de otros primates más ágiles y de mayor tamaño. Es la conclusión a la que llegaron investigadores chinos, australianos y estadounidenses sobre la extinción del Gigantopithecus blacki, el mayor simio que pisó la Tierra.
Dicho primate contaba con unas dimensiones de unos tres metros de altura y un peso que alcanzaba los 250 kilos. Este grupo internacional de científicos llevó a cabo una reconstrucción de cómo era este simio, extinguido hace entre 295.000 y 215.000 años, en una investigación publicada en la revista Nature. Otra de las conclusiones a las que llegaron, fue la incapacidad de adaptar su alimentación a los cambios de clima. Este orangután persistió en China durante el periodo del Pleistoceno Medio.
Para realizar esta labor de investigación, los expertos realizaron tres análisis basándose en diferentes variables como el tiempo, los entornos pasados en los que convivió el animal y su comportamiento. Se tomaron muestras en 22 cuevas en el sur de China, y se tuvieron en cuenta 157 edades radiométricas, después de que se aplicaran técnicas de datación a los sedimentos de las cuevas.
Algunas de ellas fueron la datación por luminiscencia de feldespatos, un mineral común que forma rocas; la datación por resonancia de espín electrónico de cuarzo y la datación por series de uranio de estalagmitas y depósitos similares, así como de fósiles. Todo ello con el fin de establecer una línea de tiempo que permitiera indagar sobre la desaparición de la especie.
“Con la amenaza de la sexta extinción masiva, existe una necesidad urgente de comprender por qué se extinguen las especies. Explorar las razones de extinciones pasadas no resueltas, nos da un buen punto de partida para comprender el destino de otros grandes animales”, explicó el profesor Westaway, uno de los autores de la investigación.
Peor alimentación por la variabilidad del medio ambiente
Fue entre 600.000 y 300.000 años atrás cuando se volvió más variable el medio ambiente. Un aumento en la fuerza de las estaciones provocó un cambio en la estructura de las comunidades de plantas forestales, según informó en su web la Southern Cross University de Lismore (Australia). Comparando la alimentación con otras especies, como el Pongo weidenreichi chino, no fue capaz de adaptar su tamaño y su dieta a esas condiciones variables.
De este modo, se tuvo que conformar con una dieta más pobre en lo que a calidad se refiere, cuando sus fuentes alimenticias favoritas, como las plantas frutales, no estaban disponibles en esos nuevos entornos. La diversidad de comida cambió por completo para estos orangutanes gigantes, y su tamaño, menos móvil, también condicionó su evolución.