Alertan de que el mayor iceberg del mundo se ha puesto en movimiento: los científicos desconocen su objetivo
El iceberg A23a sigue su camino tras liberarse de una columna de Taylor en la que ha estado durante meses girando sobre sí mismo.
En el año 1986 emprendió su viaje y, desde entonces, no ha parado de desplazarse. El iceberg más grande del mundo, conocido como A23a, sigue su viaje tras pasar un tiempo atrapado a causa de un fenómeno en las profundidades del Antártico. Una columna de Taylor tenía ‘cautivo’ a esta enorme masa de hielo, de unos 3.900 kilómetros cuadrados, pero de nuevo ha vuelto a ponerse en movimiento, según informa Express.
Conocido como ‘el iceberg que se niega a morir’, se desprendió por primera vez de la plataforma de hielo Filchner en el año 1986, en el sur de mar de Weddell. Allí había permanecido anclado durante décadas, sin apenas moverse un solo centímetro. Pero en 2020 algo cambió y consiguió liberarse y poner rumbo a aguas más cálidas. En abril ingresó en la Corriente Circumpolar Antártica, una corriente que mueve cien veces más agua que todos los ríos del planeta.
Pero en lugar de ser impulsado por su fuerza hacia el Atlántico Sur, quedó ahí parado, girando sobre sí mismo al norte de la Antártida. Ahora, es una verdadera incógnita saber dónde terminará llegando. Sus dimensiones son para echarse a temblar: 1.100 kilómetros cúbicos, un grosor de 180 metros y una altura que supera los 400 metros. Es casi el doble de alto que el mayor edificio de España (Torre de Cristal, con 249 metros) y tiene unas dimensiones parecidas a las de Mallorca.
El iceberg pierde extensión
Según los expertos, el A23a sigue una trayectoria que exporta gran parte del hielo flotante de la Antártida, denominada ‘Iceberg Alley’, que iría en dirección al territorio de ultramar de Georgia del Sur. Sin embargo, su ubicación exacta es ahora una incógnita.
De acuerdo con la BBC, el iceberg se encuentra en una “ruta de destrucción”, en la que terminará fragmentándose y derritiéndose. Pero hasta que eso ocurra de forma definitiva no se sabe el tiempo que pasará. Mientras, según se observa en imágenes satelitales, se le van desprendiendo grandes fragmentos de hielo, algunos del tamaño de campos de fútbol.
Uno de los motivos por lo que se está derritiendo podría ser el calentamiento global, pero no todo es achacable a ello. Y es que este iceberg procede de una zona de la Antártida que sigue siendo muy fría, y en la que el desprendimiento de grandes bloques de hielo es algo natural. Además, tiene algo de positivo, pues liberará el polvo mineral que quedó atrapado en su interior cuando formaba parte de un glaciar, lo que se convertirá en una fuente nutrientes para los organismos presentes en el océano.
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