Advertencia de Copernicus sobre el agujero de la capa de ozono: “En 2023 comienza muy pronto”
El experto Martin Jucker vaticina, según ‘The Guardian’ que un aumento en este agujero podría aumentar el calentamiento del Océano Antártico y agravar las consecuencias de la erupción del volcán Tonga.
A principios de este año comenzó a formarse un agujero en la capa de ozono que hizo que saltaran las alarmas sobre la posibilidad de que un agujero más grande que el promedio pudiera calentar aún más el Océano Antártico, donde los niveles de hielo alcanzan en la actualidad un mínimo histórico.
La formación de este agujero viene como consecuencia de una disminución de la capa de ozono que se produce anualmente en la estratosfera y que en los años conocidos como ‘El Niño’, es decir, cuando la temperatura de las aguas del pacífico es más cálida de lo normal, suele ser más pequeño.
A qué se debe este fenómeno
Este 2023, según el modelo del profesor del Centro de Investigación del Cambio Climático de la Universidad de Nueva Gales del Sur, Martin Jucker, el agujero será más grande de los habitual como consecuencia de los cambios atmosféricos provocados por la explosión del volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Ha’apai.
La erupción provocó “una cantidad sin precedentes” de vapor de agua en la estratosfera, dijo Jucker, quien cifraba este dato en 150 megatoneladas. “Es un factor de aproximadamente tres veces más vapor de agua de lo que normalmente tenemos”, añadía, según explica The Guardian.
Según los últimos datos del programa de observación de la Tierra, Copernicus, el agujero de ozono de este año 2023 “está empezando a formarse antes que en 2021 y 2022, en línea con el pronóstico”. Jucker, dijo según The Guardian, que “comenzar en agosto es ciertamente muy temprano” y añadía que “normalmente no esperamos eso”.
Jucker se mostró preocupado por el impacto del agujero en el hielo del antártico. “Cuanta más radiación ultravioleta llegue a la Antártida y al Océano Austral, significa que hay más energía disponible para derretir el hielo”, dijo Jucker.
Consecuencias de la erupción
Las temperaturas en la superficie pueden verse incrementadas en algunas partes del planeta como consecuencia de la erupción del Tonga, que además empeoraría los impactos de los gases de efecto invernadero en el calentamiento global. “Existe el riesgo de que el Océano Antártico se caliente aún más y luego derrita indirectamente más hielo porque el agua junto al hielo es más cálida”, manifestaba Jucker según The Guardian.