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China despliega buques de guerra

Pekín y Moscú se han lanzado al mar de China Oriental para llevar a cabo unas maniobras conjuntas con el fin de “mantener la paz y la estabilidad en la región Asia-Pacífico”.

China despliega buques de guerra
SPUTNIKvia REUTERS

Con la tensión al alza en el contexto internacional, especialmente en la región Asia-Pacífico, China y Rusia han dado un paso más. Los dos estados se han lanzado al mar de China Oriental para llevar a cabo una serie de maniobras conjuntas. Se trata del ejercicio “Cooperación Marítima-2022″, según ha indicado el Ministerio de Defensa ruso, que tendrá lugar entre los próximos 21 y 27 de diciembre.

En este sentido, desde Japón han reportado que China ya ha desplegado un mínimo de nueve buques por la zona, de acuerdo al medio local South China Morning Post. Asimismo, ha detallado que, entre esta flota hay un portaaviones Liaoning y un destructor de misiles. Mientras que Moscú aportará un crucero de misiles, un buque insignia de la Flota del Pacífico, la fragata “Márshal Sháposhnikov” y dos corbetas, de acuerdo al departamento ruso de Defensa.

Este plan de maniobras contempla ejercicios de artillería contra objetivos tanto marítimos como aéreos y de lanzamiento de misiles, entre otros. El “principal objetivo” de estos reside en “reforzar la cooperación naval entre Rusia y China y mantener la paz y la estabilidad en la región Asia-Pacífico”, de acuerdo al departamento de Defensa moscovita.

No es la primera vez que ponen en práctica un ejercicio de estas características. Ya a finales de 2021, ambos ejércitos llevaron a cabo una patrulla conjunta por el Pacífico. Y el objetivo que perseguían entonces es similar al que han apuntado: “impulsar el mantenimiento de la paz y la estabilidad en la región de Asia-Pacífico, así como la protección de los objetos de la actividad económica marítima de los dos países”, apuntó el Gobierno ruso.

China, la “potencia estabilizadora”

Ya desde antes de que comenzara la guerra en Ucrania, Pekín y Moscú han trabajado de manera conjunta con el propósito de acabar con la hegemonía mundial de Estados Unidos. Es más, en el encuentro de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), celebrada en Samarcanda, Uzbekistán, el mandatario chino, Xi Jingping, habló del nuevo “orden mundial multipolar”.

Y, conscientes de esa amistad entre ambos estados, desde Occidente han tratado en numerosas ocasiones de colaborar más con Pekín, y persuadir a su líder para debilitar dicha alianza o emplearla para que contribuya a poner fin al conflicto entre Moscú y Kiev. Así lo hizo el presidente de España, Pedro Sánchez, el pasado mes de noviembre, cuando destacó la capacidad del país asiático como “potencia estabilizadora” y le pidió que usara su influencia para acabar con la guerra.

El último paso en esta materia lo ha dado Francia. Durante la jornada del lunes, la ministra de exteriores francesa, Catherine Colonna, y su homólogo chino, Wahg Yi, han mantenido una entrevista en la que la política europea ha instado a Pekín buscar un “reequilibrio de la relación chino-europea” con una “mayor reciprocidad económica y comercial”.