Caso Marta del Castillo: la búsqueda del cuerpo continuará

Hace poco más de un mes, un juez estableció que, para ayudar en la búsqueda del cuerpo de Marta del Castillo, únicamente se podían intervenir e investigar los terminales telefónicos de la víctima y de Miguel Carcaño, ya que este último ha presentado su autorización voluntaria de colaboración con las autoridades. Sin embargo, también estableció que era ilegal usar los móviles de otras personas que fueron juzgadas y absueltas.

La familia, descontenta con esta decisión, decidió apelar alegando un incidente de nulidad contra el fallo del letrado y pidiendo la revisión del mismo. No obstante, de nuevo ha habido negativa. La Audiencia se ha alineado inequívocamente con la posición inicial del juez, y ha confirmado que no sería legal intervenir teléfonos de personas que ya no son objetos de una investigación.

Además, los padres, al ser los que han presentado la apelación, tendrán que hacer frente a las costas de los procesos derivados de esta, según la última significación de la Audiencia. Un revés que, sin embargo, no entra en conflicto con el hecho de que la búsqueda del cadáver de Marta del Castillo continuará de forma indefinida hasta el momento de su aparición, sea cuando sea.

Investigación “sine die”

“La búsqueda del cuerpo de Marta del Castillo no tiene límite temporal. En todo momento la Policía o el Ministerio Fiscal pueden y deben realizar las indagaciones que estimen necesarias para su descubrimiento”, reza el texto presentado por el tribunal. No obstante, también ratifica expresamente la necesidad de proteger los “derechos fundamentales” de terceros que ya han sido sometidos a escrutinio y no han resultado culpables de ninguna falta o delito.

El motivo de esta postura, según se ha explicado, es que sería contrario a la legalidad vigente mantener este tipo de medidas excepcionales sine die cuando la causa otrora abierta contra ellos fue concluida y no se saldó con su condena. Por lo tanto, a ojos de la ley, al no haber resultado culpables, no pueden seguir siendo objeto de sospecha ni de medidas extraordinarias que carguen contra su privacidad como individuos, como sería el caso de una incautación de sus teléfonos particulares.

Sin embargo, el documento también deja abierta la posibilidad de que, si cualquier persona, de forma completamente voluntaria, quisiera permitir que se analizara su dispositivo o quisiera aportar cualquier ayuda a la operación de búsqueda, pueda hacerlo. Pero que en ningún caso se podrá disponer en el futuro del teléfono de alguien que no ha accedido a que se lleve a cabo esta incautación. La búsqueda, no obstante, seguirá con el resto de herramientas y procedimientos posibles y legales de forma indefinida.