Bielorrusia denuncia un ataque con misiles lanzados desde Ucrania
Alexander Lukashenko: “Nos están provocando. Intentaron atacar instalaciones militares de Bielorrusia desde el territorio de Ucrania”.
El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha asegurado que las defensas antiaéreas de su país interceptaron varios misiles lanzados desde Ucrania contra su territorio.
Durante un acto oficial por el Día de la Independencia de Bielorrusia, Lukashenko ha querido referirse a la provocación que están sufriendo constantemente: “Nos están provocando. Os informo de que hace tres días o puede que alguno más intentaron atacar instalaciones militares de Bielorrusia desde el territorio de Ucrania”.
“Pero gracias a Dios los sistemas de defensa antiaérea Pantsir lograron interceptar todos los misiles lanzados por las Fuerzas Armadas de Ucrania”, ha apuntado, según recoge la agencia de noticias bielorrusa BelTA.
En relación a las acusaciones de colaboración bielorrusa con Rusia en su ofensiva sobre Ucrania, Lukashenko ha asegurado que “no hay ni un solo soldado bielorruso luchando en el territorio de Ucrania”. “Os lo aseguro con un juramento”, ha recalcado de manera incisiva.
Camioneros retenidos
A su vez, el mandatario bielorruso ha querido hacer hincapié en que hay “decenas” de camioneros bielorrusos retenidos en Ucrania. Por ello, ha querido lanzar un contundente mensaje: “Se han llevado sus camiones. Han muerto dos camioneros y dicen que fue un bombardeo de los rusos. Han troceado los cuerpos de los muertos para que no se pueda saber que fueron tiroteados, pero lo hemos averiguado. ¿Esto qué es? ¿Nacionalismo? ¿Es nazismo? Esto es fascismo”.
Además, Lukashenko ha indicado que el “nuevo nazismo se alza en toda su altura”. De esta forma lo ha exhibido públicamente: “Lo vemos en la voracidad geopolítica de nuestros vecinos occidentales que ansían el territorio de Bielorrusia y Ucrania y hablan ya sin pudor abiertamente de una posible anexión”.
Más concretamente, esta ha mostrado una clara y evidente postura crítica a los países bálticos, que “están tan obsesionados con hacer daño a la economía bielorrusa que están dispuestos a sacrificar a su propio pueblo. El típico comportamiento fanático”.