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Aviso de Niño Becerra sobre la clase media: “Ha dejado de ser necesaria”

“El protagonismo ya lo tiene el capital y, para obtener la última tecnología, es preciso el capital que sea necesario. Llegados a ese punto, la clase media ya no tiene razón de ser”, argumentó este economista en redes sociales.

Santiago Niño Becerra

El economista Santiago Niño Becerra ha asegurado que la clase media “ha dejado de ser necesaria”. Y la respuesta a esta pregunta es un sí rotundo para este, desde el momento en el que se rompe el equilibrio entre capital y trabajo. Es decir, hay más capital y menos trabajo, por lo que las clases medias están dejando de ser determinantes en cuanto a su esencia.

La razón es simple. La clase media que conocemos fue inventada tras la Segunda Guerra Mundial para multiplicar la generación del Producto Interior Bruto (PIB) y para comprar la paz social. Desde hace años la demanda de trabajo es decreciente y hoy la paz social, o no hace falta comprarla o es mucho más barata”, exhibió en redes sociales.

La clase media

¿Revertir este proceso?. Santiago Niño Becerra considera que “no procede”, debido a que la historia muestra que, estructuras sociales que en su momento fueron necesarias, dejaron de serlo y desaparecieron: la nobleza absentista, la clase clerical, el proletariado o la servidumbre de la gleba, entre otros.

Este asevera que desempeñaron un papel “esencial” durante un tiempo, hasta que la “evolución” los convirtió en “innecesarias”. Este, comparándolo con la situación actual, manifestó que con la clase media “ya ha empezado a suceder lo mismo”.

Protagonismo del capital

“El protagonismo ya lo tiene el capital (la tecnología lo es) y, para obtener la última tecnología es preciso el capital que sea necesario, lo que se obtiene con la concentración, al alcance solo de las corporaciones. Llegados a ese punto, la clase media ya no tiene razón de ser”, argumentó este economista.

Y es que, en la actualidad, el mundo se encuentra en un escenario de escasez encabezado principalmente por la guerra de Ucrania iniciada el pasado mes de febrero, a los que hay que unir otros factores de inestabilidad como la inseguridad económica, una creciente regulación o la competencia feroz en un sistema con exceso de capacidad productiva.

Predicciones para el futuro

Niño Becerra augura un futuro con escasez de recursos, desde financieros hasta conocimientos, una capacidad de endeudamiento prácticamente nula y expectativas decrecientes en la renta. En este escenario, en relación a la clase media que se estimuló a mediados del siglo pasado, asegura que ahora la producción la determinan las máquinas, que permiten adaptar el ritmo de fabricación a las necesidades del mercado, incluso con plantillas cada vez menores, y el consumo se ha polarizado.

Aunque Niño advierte que la temporalidad no será solo cosa de los asalariados, sino que también los directivos deben acostumbrarse a que los contraten por proyecto en esa economía del futuro, que ya se está esbozando en el mercado laboral, tendrá su impacto también en la financiación de las empresas.