Así puedes ahorrar en la factura de la luz con estos tres ‘trucos’
El consumo fantasma, a final de mes, representa una cantidad que en la mayoría de casos podemos evitar. Por ejemplo, mediante el uso de regletas.
La llegada del invierno supone siempre un gasto adicional en la factura de la luz. Ahora que, tras los cambios en tarifas de la luz, estamos más pendientes del precio del kilovatio, conviene seguir una serie de pautas para que nuestra factura no se dispare a final de mes. Porque, con el frío, este gasto fijo se incrementa al dar a nuestro hogar el temple necesario para no pasar frío.
Con el objetivo de reducir el consumo de energía, y buscando una mayor eficiencia en nuestro hogar, se puede llevar a cabo un ‘truco’ con el que gastar menos luz a final de mes. El consumo fantasma, aunque no represente un importe alto en la factura, sí suma lo suficiente como para tener que estar pendientes de él si lo podemos evitar. Tener el conocimiento de ello es importante para evitar que se nos dispare el consumo.
Así pues, con apenas un par de gestos podemos conseguir poner cerco a este consumo inintencionado. Según diferentes estimaciones, representa entre un 7% y un 11% del consumo eléctrico de un hogar medio. En términos de factura, de una media de 100 euros, representaría entre 7 y 11 euros. A continuación, te presentamos tres alternativas para acabar con este consumo.
Regletas, temporizadores y aparatos eficientes
La primera de las opciones, y la más económica, es el uso de las conocidas regletas. En este caso, aquellas que cuentan con un interruptor para apagar la misma y, de este modo, apagar a la vez todos los aparatos eléctricos que estén enchufados en ella. En la misma línea va la siguiente opción, la de los temporizadores. Algo menos económica, pero que nos permiten programar cuándo queremos desconectar un aparato, especialmente aquellos que no usemos durante la noche.
Por último, si la economía lo permite, podemos apostar por ciertos aparatos más eficientes. Cada vez más, los fabricantes de electrodomésticos, ya sea grandes o pequeños, buscan también que tengan una buena eficiencia energética. Y aunque el desembolso inicial pueda ser mayor a un aparato que si apostamos por uno de menor eficiencia, a la larga se puede obtener un mayor ahorro en el largo plazo.