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Advertencia del Banco de España sobre las hipotecas

El estamento señala que las hipotecas a tipo variable se verán afectadas por la decisión del Banco Central Europeo de subir los tipos de interés después de 11 años.

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Getty Images

La decisión del Banco Central Europeo (BCE) de subir los tipos de interés tendrá un impacto directo en las hipotecas variables. Es la primera vez que ocurre en los últimos once años y, además, el organismo europeo decide también cancelar las compras netas de bonos, que culminan el 1 de julio. La primera subida, de 25 puntos básicos, llegará durante el próximo mes.

Una medida tomada con el objetivo de frenar la tendencia al alza de la inflación, especialmente agravada tras el inicio de la guerra en Ucrania. A nivel nacional, el Banco de España (BdE) ya avisa de la situación a aquellos que cuentan con una hipoteca variable, puesto que tendrán que soportar “una mayor carga financiera” al encarecerse los préstamos.

Es esta la consecuencia que tendrá el mayor impacto sobre las familias, como resultado de la normalización monetaria llevada a cabo por el BCE. Afectará especialmente a este tipo de hipotecas, pero también al conjunto del crédito. Un nuevo problema que se suma a la inflación o la crisis económica de algunos sectores más afectados por la pandemia, junto con una lenta recuperación.

Hipotecas variables a la baja

Y es que, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 40% de las hipotecas formalizadas en el año 2021 se hicieron bajo esta fórmula, lo que se traduce en unos 167.000 créditos. Una situación que ha ido a la baja, pues entre 2017 y 2020 llega al 60%, por el 90% en los años 2014 y 2015. “Si los costes monetarios aumentan, lo normal es que esto se traslade a los costes de financiación de hogares y empresas. Es bastante inevitable que se acabe trasladando”, explica Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística del BdE.

“En España, las condiciones de financiación han comenzado a ser menos holgadas en los últimos meses y, previsiblemente, podrían experimentar un tensionamiento adicional en el futuro más próximo”, señala el comunicado del banco nacional, que destaca el que esta situación lastrará la evolución de la economía volviendo a niveles prepandemia.

El proceso, en cualquier caso, no se completará al menos hasta el tercer trimestre de 2023, según las estimaciones del Banco de España. Respecto al Producto Interior Bruto (PIB), los últimos datos apuntan a que crecerá un 4,1% este año, por el 4,5% de abril y el 5,4% estimado al cierre del año pasado. Una cantidad que es también inferior a lo previsto por el Ejecutivo (4,3%). La razón, según el BdE, es una desaceleración “más acusada que la prevista” en el primer trimestre del año, debido al impacto de la variante Ómicron, la huelga del transporte y la guerra.

En cuanto a la inflación, será “más intensa y persistente” de las previsiones iniciales. El tope al precio del gas, con el que el Gobierno espera que reduzca la subida de precios, afectará levemente según el Banco de España: apenas medio punto porcentual. Así, indican, se “revisan significativamente al alza las sendas de inflación de los alimentos y del componente subyacente durante el periodo 2022-2024, lo que induce una revisión al alza de las tasa de inflación general prevista para 2023 y 2023″.