Advertencia de la OTAN: “Rusia está bajo fuerte presión”
El ministro de Defensa ruso anunció la retirada de la ciudad portuaria de Jersón en Ucrania bajo la intención de preservar la vida de sus tropas.
Jersón ha sido una de las mayores victorias de las tropas rusas desde que estalló el conflicto el 24 de febrero de 2022. Fue la única capital de región con la que el Kremlin consiguió hacerse. Lo hizo durante los primeros días gracias a una ofensiva relámpago en una zona que no estaba bien protegida, ya que la mayoría de las tropas ucranianas se concentraban en el Donbás.
Ahora, debido a la fuerte contraofensiva que están llevando las tropas ucranianas, el ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu, ha ordenado a sus tropas que se retiren del margen occidental del río Dniéper y abandonen Jersón. El general designado para liderar la invasión, Serguéi Surovikin, conocido por participar en la guerra en Siria, ya había apuntado en octubre que habría que tomar “decisiones difíciles” y que la defensa de la ciudad era “inviable”.
En septiembre, Rusia se anexionó este territorio, junto con Zaporiyia, Donetsk y Lugansk. Unas anexiones ilegales que no fueron reconocidas por la comunidad internacional, pero que para Putin forma parte de Rusia. Ante esto, el presidente ruso amenazó con el uso de armas nucleares sobre Ucrania y Occidente para proteger el territorio ruso. Analistas y experto militares temen que Moscú, siguiendo el patrón de otras guerras, aproveche esta retirada para lanzar algún tipo de ataque a gran escala.
Una contraofensiva sistemática
La contraofensiva del Ejército ucraniano en Jersón no ha sido relámpago como la lanzada en septiembre en el noreste del país, donde lograron recuperar Járkov. La operación ucraniana en Jersón ha sido sistemática y ha estado apoyada por el armamento de precisión y de largo alcance proporcionado por Occidente.
El Ejército de Zelenski fue avanzando metro a metro, empujando a las tropas rusas contra el río Dniéper. El miércoles logró recuperar el control de la ciudad de Snihurivka, al norte de la capital y, poco después, Rusia anunció la retirada del margen derecho del río.
Tras este anuncio, Kiev ha anunciado a los ucranianos de Jersón que tengan cuidado y que no se confíen hasta que no vean la bandera ucraniana ondeando en los edificios administrativos.
La OTAN ve a Rusia “bajo presión”
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, consideró hoy desde Roma que Rusia está “bajo una fuerte presión” a juzgar por el repliegue de sus tropas en Jersón. “Estamos tomando nota de los anuncios de la retirada rusa de Jersón y tenemos que ver cómo se desarrolla en los próximos días, pero lo que está claro es que Rusia está bajo una fuerte presión y si liberan Jersón sería otra victoria de Ucrania”,
“Estamos viendo como las fuerzas ucranianas están siendo capaces de hacer retroceder a las rusas y de liberar territorio”, destacando la “valentía” ucraniana y la ayuda “sin precedentes de la OTAN”. “Es evidente que el ejército ruso tiene algunos problemas reales”, dijo también Joe Biden.
Un punto clave con Crimea
La región de Jersón, y la capital y ciudad portuaria con el mismo nombre, era un punto clave para Rusia al hacer frontera con la península de Crimea, anexionada en 2014. Este era el puente que necesitaba Putin para establecer un corredor terrestre desde Rusia, pasando por Donetsk, también anexionado a Moscú desde finales de septiembre.
Sin este corredor terrestre, la única conexión entre la península de Crimea y Rusia es a través de barco y el puente de Kerch, que sufrió un atentado en el mes de octubre. Además, al sur de la región de Jersón también se encuentra el Canal de Crimea del Norte, que lleva agua desde el río Dniéper a la península para suministrar riego a las tierras agrícolas.