Mueren 23 migrantes en un salto masivo en Melilla
Se trata del intento de salto de la valla de Melilla más violento de los últimos años: los emigrantes iban armados y casi 200 agentes han acabado heridos.
Veintitres migrantes murieron este viernes, según la última actualización de las autoridades marroquíes de la provincia de Nador, tras un asalto de especial violencia de unos 1.500 subsaharianos que intentaron cruzar desde Marruecos a la ciudad española de Melilla. El suceso ha dejado 322 heridos, de los cuales 189 son agentes marroquíes y españoles y otros 133 emigrantes.
El intento de saltar la valla que separa el país magrebí de la ciudad española en el norte de África comenzó pasadas las seis de la mañana, cuando los emigrantes empezaron a aproximarse a la frontera y fueron detenidos por un amplio dispositivo montado por Marruecos. Las autoridades marroquíes informaron en un primer momento de cinco emigrantes muertos, cifra que subió posteriormente a 18 y luego a 23, tras haber fallecido algunos de los que estaban heridos. La Policía marroquí ha informado de 1.000 detenciones, muchos de ellos procedentes de Sudán.
Estos nuevos muertos han fallecido debido a las heridas ocasionadas tras caer desde gran altura y por los enfrentamientos con las autoridades marroquíes, que llegaron a utilizar gas lacrimógeno para dispersarlos. Se trata del episodio más violento en años: según EFE, los emigrantes iban armados con cuchillos artesanales, palos, martillos y piedras. También con ganchos para escalar la valla y, en su avance, incluso arrojaron un tipo de ácido a los agentes marroquíes.
En total, las autoridades locales marroquíes contabilizaron 76 emigrantes heridos y otros 140 agentes marroquíes atendidos por heridas (5 de gravedad). Del lado español, el balance de afectados fue menos grave y el asalto se saldó con 106 personas heridas, concretamente 49 agentes de la Guardia Civil y 57 inmigrantes, de los cuales tres tuvieron que ser trasladados al hospital.
Un salto esperado y planeado
Cientos de subsaharianos llevaban días congregándose en zonas de Marruecos cercanas a Melilla y preparando un asalto masivo a la valla, muchos de ellos de nacionalidad sudanesa, que contaban, según fuentes policiales marroquíes, con la colaboración de ciudadanos del país magrebí por su proximidad idiomática y religiosa (tanto en Sudán como en Marruecos se habla árabe y se profesa el islam).
Concretamente se estaban reuniendo en montañas difícilmente accesibles situadas en la comarca de Bini Buiafrur, a unos 20 kilómetros al oeste de Melilla. Ante estos hechos, las autoridades marroquíes llevaron a cabo dos operaciones este jueves y el pasado sábado para intentar frustrar sus planes, que también se tornaron en violencia y acabaron con alrededor de 200 agentes heridos, uno de ellos de gravedad, según fuentes de seguridad.
El asalto se produjo en un momento de sintonía diplomática entre España y Marruecos. Ambos países retomaron sus relaciones en marzo tras un año de crisis que tuvo su momento álgido en mayo de 2021, cuando miles de emigrantes entraron en la ciudad española de Ceuta, próxima a Melilla, ante la pasividad de las autoridades marroquíes. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha elogiado la actuación de las autoridades de Marruecos: “La Gendarmería marroquí se ha empleado a fondo en tratar de evitar este asalto violento, bien organizado, bien perpetrado y bien resuelto por parte de los dos cuerpos de seguridad”.
En principio, parece que sólo 133 migrantes lograron cruzar el paso fronterizo del Barrio Chino de Melilla.