7 casos de relaciones tirantes entre el cine español y el público
Con el intento de boicot a El guardián invisible se repite una práctica a la que el cine español no es ajeno.
Los cines de toda España estaban esperando la llegada de El guardián invisible, la adaptación cinematográfica del éxito de Dolores Redondo y que auguraba uno de los triunfos del cine patrio en 2017.
Parecía que la cinta de Fernando González Molina lo tenía todo para que no se hablase de otra cosa que de su estreno pero todo ha quedado en un segundo plano tras el intento de boicot que ha sufrido el filme desde el día de su estreno.
Las palabras de la actriz Miren Gaztañaga en un programa de EiTB no han gustado a parte del público, repitiéndose una práctica que no es nueva en el cine español y que, con las redes sociales, parece que se ha intensificado en los últimos tiempos.
El guardián invisible (2017)
"Me da vergüenza decir esto pero un poco como alguien culturalmente atrasado, me viene la imagen de un cateto". Estas fueron las palabras de Miren Gaztañaga que hicieron saltar las alarmas. La actriz definía así la imagen del español en el programa de EiTB Euskalduna naiz eta zu en el que también afirmaba que al escuchar el himno le dan ganas de "apagar la tele". La emisión del programa vasco se aprovechó para vincularlo con su participación en la película protagonizada por Marta Etura, lo que desencadenó un intento de boicot a la película.
La etiqueta #BoicotElGuardiánInvisible se movió en Twitter para animar a los espectadores en potencia a no acudir a las salas de cine a ver la cinta. Los responsables de la película se apresuraron a posicionarse en contra de las palabras de Gaztañaga con el fin de pormenorizar el rechazo a El Guardián invisible. "Deploramos y rechazamos por completo cualquier insulto y falta de respeto a los ciudadanos españoles", afirmaba el comunicado firmado por Fernando González Molina, Dolores Redondo, Marta Etura y las productoras de la película. El boicot ha servido de poco ya que el filme ha obtenido 1,2 millones de euros de recaudación en su primer fin de semana.
La reina de España (2016)
Tal vez la rápida actuación de los responsables de El Guardián invisible venga determinada por el temor a que a la película tuviese la misma fortuna que La reina de España de Fernando Trueba, una película que demostró que las palabras no se las lleva el viento. Estrenada el 16 de noviembre del año pasado, la continuación de La niña de tus ojos supuso un fracaso en taquilla.
Pese a que en este caso existe el debate de si el fracaso viene dado por el boicot o por la calidad de la película, desde las redes y algunos medios se lanzó una campaña en contra de la última obra de Trueba por unas declaraciones que el director había realizado un año antes. El ganador de un Oscar por Belle Époque fue galardonado en 2015 con el Premio Nacional de Cinematografía. Durante la recogida del premio, Trueba aprovechó su discurso para afirmar que no se había "sentido español" ni "cinco minutos" de su vida, palabras que no gustaron a un sector y que acabaron en boicot a su última película.
Julieta (2016)
Esta vez no fueron las declaraciones lo que iniciaron un boicot. Pedro Almodóvar regresa a las taquillas tres años después de Los amantes pasajeros con un filme del que se decía que traía al mejor Almodóvar. Su estreno llegó el 8 de abril pero no falto de polémica.
Semanas antes de su llegada a las salas españolas salía a la luz su vinculación con los Papeles de Panamá. El director suspendió parte de la promoción de la película y una vez más las redes sociales iniciaron su ataque en contra del visionado de una película. Julieta fue castigada en taquilla obteniendo una recaudación menor a la que habían tenido otras cintas del director manchego.
Rey Gitano (2015)
Esta vez no fue un rechazo hecho público ni unas declaraciones desafortunadas lo que hicieron que se hablase de boicot. Fue el propio director de la película el que dejó caer la palabra maldita. Antes de hablar de la venta del Goya, Juanma Bajo Ulloa volvía a las carteleras españolas con la comedia Rey Gitano, una cinta con la que mostraba su intento por repetir el éxito de Airbag en 1997.
Manuel Manquiña, Karra Elejalde, Arturo Valls y María León protagonizaban una película estrenada el 17 de julio de 2015 y que pasó completamente inadvertida. Tal fue su fracaso en taquilla que la productora de Bajo Ulloa determinó que la cinta había sufrido una "insólita campaña de descrédito" y preguntándose "¿qué tiene el filme que ha provocado este fenómeno? ¿Por qué ninguna película española es objeto de un linchamiento semejante?" o "¿A quién molesta la existencia o posible buena marcha de un film semejante?".
La mala educación (2004)
Los problemas con el boicot no son nuevos para Pedro Almodóvar. El cineasta manchego tenía previsto el estreno de La mala educación un 12 de marzo de 2004. El funesto atentado del 11 de marzo provocó que la productora de la cinta decidiera aplazar su llegada a los cines una semana y no faltaron enfrentamientos.
Esa misma semana y con la elecciones generales de por medio, Almodóvar llegó a afirmar que el PP había tramado una intentona golpista durante la víspera de las elecciones. Pese a que el director rectificó y pidió perdón a "todo el mundo a quien haya podido molestar" con sus declaraciones, el intento de boicot se hizo efectivo en contra de La mala educación, llegando a las agresiones. En su estreno, medio centenar de personas llegaron a arrojar huevos y monedas a aquellos que acudieron a ver la cinta en el desaparecido Palacio de la Música de Madrid.
La pelota vasca (2003)
Pese a los casos de boicot de los últimos tiempos, los primeros años del nuevo milenio fueron especialmente convulsos en las salas españolas. Meses después de una gala de los Premios Goya protagonizada por el rechazo a la guerra de Irak, Julio Medem llevaba a los cines La pelota vasca, la piel contra la piedra. El documental intentaba desentrañar las claves del conflicto vasco, así como la historia de Euskadi.
El documental recibió críticas antes de su estreno, se llegó a decir que era una muestra de apoyo al Plan Ibarretxe y ante su estreno en el Festival de San Sebastián la Asociación de Víctimas del Terrorismo pidió que La pelota vasca se retirase de la programación. En los Goya de 2004, la AVT también protestó en contra de la cinta. 400 personas se concentraron con eslóganes como "Contra el pelota vasco. La nuca contra la bala". Medem apareció con una pegatina que rezaba: "No al terrorismo, sí a la libertad de expresión".
Días contados (1994)
El director vasco Imanol Uribe llevaba al cine la historia de amor entre un terrorista de ETA (Carmelo Gómez) y una prostituta adicta (Ruth Gabriel). Pese a las grandes críticas que obtuvo y al triunfo en forma de premios en el Festival de San Sebastián (Concha de Oro a la mejor película) y en los Goya (Ocho premios en la edición de 1995), Días contados no estuvo exenta de polémica, llegando a ser criticada por la humanización de los terroristas.