¿Y ahora qué?
Os saludo agradecido por tanta muestra de cariño recibido con motivo de mi llegada a los dorados 34. Ya llevamos más de un año con este lío de BOX34 y aún no tengo muy claro en ocasiones por dónde deben ir los tiros, pero como es el mío… Os lo digo porque no sé si os gustan más las batallitas de abuelo cebolleta y las anécdotas personales que la información pura y dura. Para lo segundo creo que ya están las páginas del periódico, así que os aviso que el texto que sigue a continuación va a tratar muy poco de lo puramente deportivo que aconteció en Mugello. Eso sí, aunque es poco, empezaré por ello…
El ¿Y ahora qué? con el que titulo este post no es un desafío hacia los que pensaran de manera distinta a mí. Lo digo porque desde el invierno he insistido en que mi favorito número uno al título es Casey Stoner, el primer ganador en toda la historia de MotoGP distinto a Valentino Rossi en el precioso trazado de la Toscana, y de nuevo líder de la general. He mantenido esa idea porque, problemas en la muñeca izquierda al margen, la Ducati GP9 es aún mejor que la GP8, que era un auténtico tiro, y si no funciona el basculante en fibra de carbono, en su box se vuelve al de aluminio, como en Mugello, y también le sirve para ganar. Eso sí, me queda la duda de saber qué hubiera pasado si la prueba dura dos vueltas más, porque Jorge Lorenzo iba como un misil y contuvo a Rossi como pocas veces he visto hacer a nadie.
Ese ¿Y ahora qué? es lo que se le debe estar pasando por la cabeza a un Valentino que, tras la carrera, convocó una reunión de emergencia del equipo Yamaha ¡en la que estaba hasta el telemetrista de Lorenzo! Este año ambos comparten información porque ya tienen la misma marca de neumáticos, pero lo que no esperaba el crack italiano es que Jorge, al que siempre consideró rápido pero irregular, se convirtiera en un auténtico grano en el culo para él. Y a eso se suma una amenaza aún mayor si cabe, porque ya le ha ganado un título, como es Stoner, que ha salido líder de una primera fase del campeonato en la que no le favorecían demasiado los circuitos. Los que vienen a partir de ahora, como Montmeló, Assen o Donington, le van aún mejor…
El único que no va a suponer un problema para que El Doctor renueve corona va a ser Dani Pedrosa, que tiene que remontar 86 puntos, lo que parece imposible: 33 a Stoner, 29 a Lorenzo y 24 a Rossi. Me cuentan que él no tenía muy claro si debía salir a correr en Mugello, por la lesión que arrastraba en el glúteo, pero que su entorno es el que le presionó para que lo hiciera. Al final lo pagó caro, con una caída cuando iba 11º que, afortunadamente, no agravó más la lesión, o eso dicen, porque también negaron a los periodistas que venía ya lesionado por una caída en bicicleta y al final les dejó en evidencia la confirmación del director médico del Mundial, Claudio Macchiagodena. Tengo compañeros que se han indignado con el engaño, pero a mí me da igual, porque no deja de ser uno más y cada vez resulta más anecdótico.
Sé que algunos estáis esperando que comente lo de Simoncelli con Bautista. Sólo voy a decir una cosa: me cae muy bien y me parece un buen piloto, pero comportamientos como el de Mugello convierten al italiano en el piloto más sucio del mundo. Y la culpa es de quien se lo permite, de Dirección de Carrera, que alega a la hora de explicar su absurda sanción de 5.000 dólares y una tarjeta amarilla en que no cuentan las acciones de la temporada pasada, que todos los pilotos empiezan el año de cero. Si le hubieran tirado de las orejas por lo que le hizo a Barberá en Jerez, sí que habría habido un mismo referente este año.
Y de 125cc sólo os diré que es un gran síntoma que nos quedemos decepcionados aún habiendo dos españoles en el podio y otros dos en cuarta y quinta posición. El problema es que ganó Smith, el piloto de Mamola, y queremos que los nuestros ganen todas las carreras. Por cierto, espero que hayáis visto la mamolada que se marcó De Rosa en la calificación de 250cc del sábado. Es increíble cómo salvó el italiano la caída.
Al día siguiente, ya en el circuito, estaba dando una vuelta por la pista de servicio con Maroto (otro hermano) y le dije que me dejara llevar el scooter esta vez a mí, que siempre la llevaba él y que no se podía negar porque cumplía 34… Accedió y, al llegar a la curva de Scarperia, iba otro scooter por delante, en el que sólo se veía a una chica de paquete. Le dije a Maroto: “¿Por fuera, Oso, por fuera”. Y me dijo: “¡Por fuera!”. Y me puse a adelantar por fuera con la grata sorpresa de que el que conducía era el mismísimo Kevin. Le miré, nos reímos, y aceleré a fondo. Luego corté para que viera la camiseta que yo llevaba puesta, con un enorme Schwantz a la espalda luciendo el 34 sobre fondo amarillo, que era como más molaban los dorsales. Me la había puesto en su honor en un día tan señalado, pero fue mejor aún encontrarme con él en ese momento y que se me acercara para, sin parar los scooters, darme un abrazo y felicitarme por mi 34 cumpleaños. Ya en el paddock, me dijo que podía presumir de haberle hecho un adelantamiento en un día tan importante, y que además éste resultó por fuera. Nos echamos unas buenas risas con esta historia, y luego hubo más cuando se me acercó el genuino Mamola y me dijo descojonado: “El Oso me ha contado tu adelantamiento por fuera a Kevin. Que sepas que en Montmeló podrás hacerle otro porque también va a ir allí”. Habrá a quien le parezca una chorrada, pero yo jamás lo olvidaré y hasta se lo contaré a mis nietos…
Lo peor del fin de semana fue el bombardeó culé que padecimos los madridistas después de su victoria en la final de la Champions, pero de eso es mejor pasar página cuanto antes…
PD: Espero que se recuperen pronto Pedrosa, Coma y Barragán, que nos han hecho estar esta semana más pendiente de los hospitales de lo que quisiéramos.