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Fórmula 1 | la intrahistoria

Brawn, 213 millones de genial negocio

Compró Honda por una libra

Actualizado a
<b>MENUDO TÁNDEM. </b>Ross Brawn posa sonriente junto a Nick Fry.

Cuando la todopoderosa Honda anunció, a finales de 2008, que se iba de la F-1 el miedo atenazó a los trabajadores de la escudería japonesa. Tras meses de reuniones y nervios el director general, Ross Brawn, y el jefe ejecutivo, Nick Fry, decidieron adquirir el equipo, el 6 de marzo de 2009, por una libra esterlina. Un precio ridículo, pero que escondía un arriesgado compromiso: debían hacerse responsable de las deudas, de los salarios y de todos los gastos acarreados desde 2008.

Desafío.

Los dos británicos asumieron el reto y se repartieron las acciones. Brawn se quedó el 54% y Fry el 31%. El quince restante fue para cuatro directivos. Muchos los tildaron de locos y más cuando ningún patrocinador, salvo Virgin y con ciertas condiciones leoninas, decidió invertir su dinero. Por eso, en el GP de Australia que abría el Mundial tres semanas después, se presentaron con un coche blanco desprovisto de adhesivos publicitarios.

Hicieron doblete y dejaron boquiabierto al mundo de la F-1 con su difusor mágico que la FIA dio como válido y que les permitió ganar ocho carreras. Button fue campeón de pilotos y Brawn GP, de constructores. Cuando todo eran felicitaciones por su valentía y gente subiéndose al carro del vencedor, sorprendieron de nuevo al vender a Daimler y su socio Aabar el 75,1% del equipo en noviembre. Brawn recibió 85 millones de euros y se quedó el 13,5% del accionariado, mientras Fry obtuvo 48,5 millones y mantuvo el 7,7% del nuevo Mercedes GP. Además, ambos conservaron sus puestos al frente del proyecto deportivo.

La semana pasada han vendido el 24,9% restante (incluyendo el 3,7 que mantenían los directivos) embolsándose 30 millones Ross y 17,5, Nick. En total una operación cercana a los 213 millones de euros. 115 para Brawn, 66 para Fry y aproximadamente 32 a repartir entre los cuatro directivos. Y de nuevo, los dos siguen al frente del proyecto para 2011. ¿Alguien duda todavía del cerebro privilegiado del más genial estratega de carreras de la historia de la F-1?