Visita de la Directora General del CSD
Ana Muñoz: "Hay que conectar a las empresas con el deporte"
Cuando todavía no se ha cumplido un mes de su toma de posesión como directora general del CSD, Ana Muñoz Merino visitó la redacción de AS, donde habló de sus desafíos.
Ana Muñoz Merino lució nuevo cargo y sonrisa en su visita a AS. La directora general del CSD, anterior directora antidopaje, es catedrática en Derecho Financiero, de 49 años y natural de Valencia de don Juan (León). No valenciana, sino coyantina, que es el gentilicio de un pueblo que se llamaba Coyanza en la Edad Media, hasta que se cambió la denominación en honor del noble portugués Don Juan, "que era también donjuán en otras lides". Ana Muñoz emigró a los 15 años y su formación le llevó a Pamplona, donde llegó a ser profesora en la Universidad de Navarra de dos personas con las que ahora trabaja codo a codo: el secretario de Estado, Miguel Cardenal ("al que recuerdo bien porque era rebelde"), y su sucesor en la Agencia, Manuel Quintanar ("de quien no me acuerdo").
Y ese vínculo le condujo al deporte. "Un día me llamó Cardenal y me dijo: '¿Te quieres dedicar a la lucha antidopaje?'. 'Pero si no sé nada de deporte', le contesté, y me respondió: 'Pues por eso, quiero una persona que no sea del deporte'. Igual que me engañó entonces, me dejé engañar ahora", explica la leonesa. "Al final la gestión no es tan diferente, porque el equipo es el mismo. ¿Que qué prefiero yo? Pues me da igual, porque me caracterizo por disfrutar con lo que hago. Si después de un año y medio en la Agencia me dice Cardenal que cuenta conmigo para una etapa importante del deporte y me pregunta: '¿Crees que lo puedes hacer?', pues yo le contesto que 'adelante".
Ana Muñoz dejó la Agencia cuando había logrado darle un impulso y cambiarle la cara, pero no cree que perjudique a la política antidopaje: "La AMA estuvo en una reunión en el CSD y sólo preguntó: 'Queremos saber si la línea va ser igual'. Esa era su preocupación, no la persona. Nosotros somos piezas de ajedrez. En Antidopaje se pusieron esas piezas: hemos aprobado la Ley, dimos la cara internacionalmente Ahora toca otra cosa".
Diagnóstico. "El deporte goza de buena salud", es su primer diagnóstico. "Si analizamos los resultados deportivos del año pasado y de éste, vemos que se están manteniendo. A los que nos toca gestionar nos compete preocuparnos de que eso siga igual a medio plazo. No es el momento de lamentos, sino de las soluciones".
Muñoz Merino busca una gestión "moderna" que vaya más allá de la subvención pública: "Estoy muy esperanzada, creo que vamos a encontrar alternativas. Hay que diseñar un mapa del deporte español en el mundo y de los intereses de las empresas. Y conectarlos. Si una empresa llama al CSD y dice: 'Oiga, yo quiero promocionarme en Angola', pues nosotros les buscamos el mejor vehículo a través del deporte, como ya ha ocurrido con el hockey patines. El CSD ya ha mediado en este tipo de operaciones y a mí me ha cambiado la mirada desde que estoy aquí. Cuando veo un empresario, aunque no sea una gran sociedad, veo una oportunidad. Voy a poner otro ejemplo: Ona Carbonell es muy conocida en la calle en Japón. ¿Y si la conectamos con una empresa española que quiera abrir mercado allí?".
Esas mismas vías hay que abrirlas para los eventos. El próximo año habrá varios Mundiales en España: baloncesto, vela, tiro, ciclismo... Este último es precisamente en su tierra: Ponferrada. "Tuvo un momento complicado y la Junta salió en ayuda del ayuntamiento. El CSD no puede ir poniendo dinero, porque no lo tiene, pero sí les apoyamos, igual que hemos hecho con otros campeonatos. Porque además de los medios de comunicación, ¿quién apoyó al balonmano para que saliera adelante su Mundial? Pues el CSD".
Otro reto es rematar la Ley del Deporte Profesional: "No puedo contar nada. Está encima de mi mesa, tiene que pasar dos veces por el Consejo de Ministros y yo espero que antes de final de año ya se le dé salida". Un aspecto que recogerá será el reparto televisivo del fútbol, pero tampoco aquí soltó prenda: "Estamos en la fase de ultimar el borrador en los ámbitos técnico y político, así que no puedo desvelar nada. Sólo puedo decir que mandará lo mejor para la mayoría cuantitativa y cualitativa".
Aunque ya no dependa directamente de ella, fue inevitable hablar de dopaje. Y mucho: "Para mí no deja de existir, porque la imagen del deporte español sigue en mi responsabilidad y me preocupa. Uno no se desprende nunca de lo que hace".
Para empezar, el caso de Marta Domínguez: "Sigue en el mismo lugar donde estaba, en la Comisión de Control y Seguimiento de la Salud y el Dopaje, que transitoriamente todavía presido. Nos vino heredado de la Federación de Atletismo: ya habíamos resuelto algunos casos descolgados de esta federación o de otras, pero nunca sobre pasaporte biológico. Hemos encargado tres informes sobre el caso a la AMA, la IAAF y la Abogacía del Estado y hasta que no los tengamos no habrá resolución, no sé cuánto tiempo puede durar eso. Yo no soy del PP ni de ningún partido, en primer lugar porque si estuviera afiliada, al día siguiente me tendrían que echar o me tendría que ir. Así que me da igual que esa deportista sea senadora. No miro el apellido o la profesión y lo mismo me merece un deportista-político que un deportista-jardinero. Aquí la preocupación es aplicar la ley, sea jardinero o sea electricista".
Al hilo de Marta, el debate sobre los órganos sancionadores: "Las Federaciones Internacionales tienen sus propias fórmulas disciplinarias. Por ejemplo, la de Tenis resuelve directamente sus expedientes, mientras que hay otras (como el ciclismo o el atletismo) que delegan en las federaciones nacionales o en el órgano nacional correspondiente, como puede ser el CONI en Italia. En mi opinión, todo lo que ayude a que el centro de la resolución esté alejado de los poderes económicos o políticos, me parece bien. Por eso, con la nueva Ley, la Agencia pasa a ser un órgano independiente".
Y sin perder el mismo hilo, la Operación Puerto: "Por mí, que se resolviera hoy mismo. Pero no sé cuánto van a tardar, dependerá de si se decide la práctica de alguna prueba".
Las bolsas. Las bolsas de sangre sobrevuelan por el horizonte. Y el director de AS, Alfredo Relaño, le recuerda que la magistrada Ana Teresa Jiménez, que sustituía durante unas vacaciones al juez instructor Antonio Serrano, sí concedió las muestras de sangre de Alejandro Valverde a Italia: "Jurídicamente, casi todo eso posible, pero hay que sostenerlo. Por eso, el juez decidió cerrar dos veces el caso, y en ambas el CSD, donde entonces gobernaban otros, lo sostuvo abierto con recursos. Gracias a eso se encuentra ya en segunda instancia. En Italia el dopaje es un delito y se pidieron con una comisión rogatoria en el ámbito de lo penal".
Muñoz también aumentó los controles en el fútbol: "Antes se hacían dos en un partido cada jornada y ahora son 32 por semana. Ha habido algún adverso con corticoides: en esos casos tienen la posibilidad de demostrar que la sustancia está ahí por algún tratamiento. Antes bastaba con presentar la prescripción médica, pero ahora vamos a comprobarlos a los servicios sanitarios, con los que la Agencia intercambia información".
Por cierto, que no todas las federaciones son huidizas con el dopaje: "La de Baile no sólo no nos ha pedido ni un euro, sino que además solicitó voluntariamente que les hiciéramos controles". Ejemplo o anécdota, sirva el baile como cierre.