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REAL MADRID - CÁDIZ

Aprobados y suspensos del Real Madrid contra el Cádiz: alirón del ‘chef’ Brahim

Gol y asistencia del malagueño para cocinar el alirón. Courtois volvió con acierto, Bellingham cerró el partido con un tanto reconstituyente y Nacho regaló una cabalgada imperial.

Actualizado a
04/05/24 PARTIDO PRIMERA DIVISION REAL MADRID CADIZ
FORMACION
JAVIER GANDULDiarioAS

Alirón cocinado. El chef, Brahim. Un gol ‘a lo Leipzig’ y una asistencia a su ‘bro’ Bellingham. Trabajo hecho y sellado con el pinchazo del Barça. La guinda la puso una cabalgada imperial de Nacho que regaló el fin de fiesta a Joselu. Y antes, viaje al pasado. Con el duelo empatado, milagro de Courtois ante Chris Ramos. 335 días después, nada ha cambiado con el muro de Bree. Todo buenas nuevas para Ancelotti, que mira a Múnich con la 36 en el bolsillo.

Courtois: y al fin, Courtois. 335 días después de su último partido oficial, la portería blanca volvió a hablar francés. Ya lo había avisado Ancelotti y Tibu completó su primer partido del año. A tiempo para mirar hacia Wembley. Porque el miércoles jugará Lunin. Hasta ahí quiso leer Carletto. El estado de forma del muro de Bree apenas pudo ser testeado en la primera parte. Sin intervenciones, ni de mérito ni prácticamente de ningún cariz en la primera parte, en la segunda demostró que el oficio no se olvida: evitó en un mano a mano con Chris Ramos el 0-1. La primera piedra del alirón.

Carvajal: rodaje para el leganense. No estuvo en Múnich por sanción, pero estará este miércoles. No estuvo excesivamente exigido en defensa y su mapa de calor ganó intensidad en campo contrario. Con un Güler abandonando el perfil derecho para mediapuntear, Carva fue más extremo que lateral. Aunque sin tener la incidencia habitual.

Militao: Ancelotti barrunta si colocarle en el once en Champions y sigue su puesta a punto. El brasileño está con confianza, valiente y aprovechó el planteamiento expectante del Cádiz para pisar campo contrario. Se atrevió incluso con un chutazo que obligó a volar a Conan y en el tramo final amenazó con un testarazo. Sin embargo, cuando hubo de recuperar sufrió más que su versión prime. Sobrino le superó en un cuerpeo donde le faltó potencia en el primer tiempo y en el segundo perdió la posición en un contragolpe de Chris Ramos que pudo costar un disgusto. La lesión es historia, ahora necesita ritmo.

Nacho: una titularidad que podía intuirse como ‘condena’ (Tchouameni como central es una opción seria)... y que termina en reivindicación. Porque el capitán demostró que está a un nivel más que óptimo. Los titubeos de un tramo de la temporada están enterrados y sigue aprobando exámenes para ser titular el miércoles. En la primera parte corrigió un error de Militao y opacó un ataque peligrosísimo de Sobrino que olía a gol. Encuentro sobrio y más que notable del alcalaíno, sellado con una cabalgada imperial para asistir a Joselu.

Fran García: los días grandes están siendo de otros, pero Fran acumula 16 titularidades. En encuentros como el del Cádiz, además, disfruta. Sin demasiado estrés en campo propio, vivió en territorio hostil. Muy participativo y preciso en el pase, Fran está aprovechando el tramo final de Liga para sacar pecho. Su centro de volea a Joselu pudo convertirse en un gol de museo. En defensa no es Mendy, pero en ataque tampoco.

Modric: un lujo. No puede entenderse de otra manera tener a Luka Modric como complemento. Cuando el equipo se asentó, el genio de Zadar empezó a aportar dinamismo al juego. Más de 90 envíos acertados, con un 97% de acierto. Más de un centenar de apariciones, muchas de ellas con colmillo (cuatro pases decisivos). A Ancelotti le duele dejarle en el banco en las noches de tronío y actuaciones así lo atestiguan. Aunque salga desde el banquillo, su nivel actual puede ser diferencial ante el Bayern.

Camavinga (80′): a priori, su posición favorita. Como pivote, el zurdo de Cabinda comenzó pelín precipitado. Tuvo algún error en el pase y fallo en la colocación. No obstante, se repuso. Y de qué manera. Camavinga se adueñó de la sala de máquinas, con mucha presencia tanto en construcción como en la escasa destrucción que hubo de afrontar. En los duelos fue una roca y apareció incluso en campo rival para buscar el tanto desde la distancia.

Ceballos: cada minuto es oro para el utrerano. Y los aprovechó. Desde el pitido inicial mostró su cara más reactiva. Siempre voluntarioso, Ceballos estuvo además preciso en el reparto de juego, firmando cifras muy similares en participación y pases que Modric. Tras una temporada donde no ha tenido incidencia, estos duelos finales son un oasis en el que Ceballos debe bañarse. Ya sea para ganar preponderancia en curso próximo o conquistar el mejor destino posible en el mercado (el Milan le quiere). Este es el camino.

Güler (66′): las primeras veces siempre se recuerdan. El estreno de Arda como titular en el Bernabéu también. Lo hará el de Altindag y los aficionados de la grada, que le dedicaron varios ‘oh’ a acciones de postín. Algún eslalon, una croqueta para desactivar la presión cadista, un tacón a su maestro Modric en la frontal... Y personalidad al pedir, y acariciar el gol, con una falta directa en la frontal. El turco es una exprimidora de minutos y un generador de hype.

Joselu: quizá el futbolista que menos lució en el Bernabéu. Hasta que lo hizo. Su presencia obliga a los centrales a estar fijos y ello permite que futbolistas como Arda y Brahim disfruten con más huecos, aunque ello penalice su propio brillo. Tras un centro estupendo de Fran, el ariete no llegó por centímetros, pero se regaló el 3-0 rematando una obra de arte de Nacho.

Así celebraron Modric, Bellingham y Brahim el tanto del inglés.
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Así celebraron Modric, Bellingham y Brahim el tanto del inglés.JJ GuillénEFE

Brahim (73′): bienvenidos al plan B. Con B de Brahim. Sin Vinicius, Bellingham y Rodrygo, el malagueño alza la voz. En la primera parte bailó a la zaga y regateó por todo el frente de ataque. Actuación a la que puso una guinda que se celebró como alirón. Por el contexto y por el cómo. Control con la izquierda, zapatazo ‘a lo Leipzig’ con la derecha. Conan sólo pudo mirar cómo el esférico limpiaba su escuadra. El décimo del cuso. Nueve de ellos al salir de inicio, demostrando que le sienta bien el traje de titular. Y completó su fiesta con la asistencia a Bellingham para abrochar el duelo. La sexta en una temporada llena de reivindicación y confirmación.

También jugaron

Bellingham (66′): su partido ante el Cádiz fue su temporada. Llegar, ver y vencer. Apenas se había agujereado las medias y saltado al campo cuando ya había celebrado el 2-0. Brahim, con el que se entiende a las mil maravillas, le encontró en el área y remató con su ‘alma de 9′. El virus le lastró y llega a Múnich con la confianza al alza... y de nuevo en lucha por el pichichi (lleva 18 tantos, a uno de Dovbyk). Otro abrazo de gol en el día del potencial alirón.

Vinicius (73′): descanso sin perder ritmo. Era el plan de Carletto que aplicó a la perfección con Vini. Con el Cádiz entregado, aprovechó sus minutos para regalar un centro de rabona que casi enjaula Carvajal y acariciar el gol propio.

Valverde (80′): entrada anecdótica bajo la misma premisa que la de Vinicius. Sin incidencia, pero para que las piernas no se relajen de cara al miércoles.

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