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SEVILLA 3 -MOLDE 0

Llorente se levanta del diván y Gameiro pasaporta al Molde

El riojano espantó fantasmas con dos goles y el francés, en racha, marcó el gol que deja al Sevilla con pie y medio en octavos antes de viajar a Noruega.

Llorente celebra uno de los dos tantos que anotó ante el Molde.
Llorente celebra uno de los dos tantos que anotó ante el Molde. MARCELO DEL POZOREUTERS
BEIN SPORTS

Fernando Llorente espantó una tonelada de fantasmas contra el Molde. Sus dos goles, adornados con el de Gameiro, dejan vía libre a octavos para el Sevilla pero sobre todo levantan la moral de un jugador que andaba taciturno. Llorente, cuentan en las oficinas de Nervión, está falto de confianza y de físico, pero tiene a favor el factor Emery. Su saludo cómplice con el entrenador cuando se retiró a media hora del final es una buena foto y la mejor señal de que el riojano se ha puesto en sus manos para que le exprima en este tramo final. En lugar de reventarlo a minutos, y consciente de que está cogido con alfileres, le cuidó (jugó una hora). Una buena noticia ver feliz a un buen tipo como Llorente.

A todo le saca jugo Emery, que rotó con sentido ante el Molde y como premio encontró la clasificación casi resuelta. Maduró bien el partido el Sevilla. Aprovechó la inactividad del Molde, sin ritmo después de meses de parón y con muy poca maldad. Nzonzi mejora y Banega, casi al trote, fue metiendo a los noruegos en su área hasta que Llorente, que casi no había tocado el balón, agarró un balón y la colocó en el rincón con la pierna izquierda. Se liberó, entonces, pero no lo celebró con rabia hasta que hizo el 2-0. Entonces sus compañeros sí le sacaron al fin una sonrisa. Sus movimientos en los dos goles fueron aquellos que le dieron fama. Ahora necesita recuperar las piernas.

El partido fue un balneario para el Sevilla y para Nervión. Hubo cánticos de todos los colores, palmas por sevillanas.... Mucho ocio y relajación. Se ha empezado a gustar el Sevilla. Empieza como otros años a manejar diferentes registros. Combinaciones largas de los medios a las que ayudaron el buen partido de los laterales (buen partido de Coke, vaselina al larguero incluida, y Escudero). Y la puntilla de Gameiro, que ve la portería como un océano y lo remata todo a gol. Un partido plácido, en fin, para un equipo que lleva casi dos meses sin perder. Viento en popa a toda vela.